España, el país en el que triunfan las falsificaciones: "Hay productos que ponen en riesgo la salud"
España es el segundo país de la Unión Europea que más falsificaciones compra, sólo superado por Bulgaria
T5 | E19 Devoluciones, falsificaciones y buenos propósitos
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Madrid
España es el segundo país de la Unión Europea que más falsificaciones compra, sólo nos supera Bulgaria. No es un buen dato, el impacto económico de la falsificación en nuestro país genera una pérdida de 5.753 millones de euros anuales y la supresión de 44.700 puestos de trabajo directos.
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"Hoy todo se falsifica, no solo lo que vemos habitualmente en la calle: bolsos, gafas, camisetas...También productos que pueden poner en peligro la salud o en riesgo nuestra vida porque se falsifican medicamentos e incluso filtros de aceite para el coche y pedales de acelerador o freno". Nos lo cuenta José Ignacio García, agente del grupo segundo de la sección de Propiedad Intelectual, y añade que, aunque en apariencia sean idénticos al original, el comprador no sabe con qué materiales se han hecho ni qué grado de seguridad le van a proporcionar esas copias que están en el mercado a un precio mucho más barato que el original.
En cualquier caso es el sector de la confección, incluyendo el calzado, el que se lleva la peor parte cuando hablamos de falsificaciones. No hay un ranking para saber qué es lo que más se copia, ni en cuanto a marcas ni a productos, pero, por el volumen de material interceptado durante el último año, la ropa deportiva se sitúa en primer lugar. 2024, además, ha sido año de Eurocopa y Juegos Olímpicos y eso lo han aprovechado los delincuentes colocando en el mercado millones de camisetas vinculadas a esos eventos.
Nos reunimos con el agente José Ignacio García y con José Luis Gómez, Inspector jefe de la sección de delitos contra la propiedad intelectual, en una sala del Complejo Policial de Canillas ocupada casi en su totalidad por una larga mesa donde hay decenas de productos falsos. Bolsos, gafas, cinturones, relojes, maletines, etc., que han sido incautados en distintas operaciones como la "Pilae" o la "Capricho". Aunque sea evidente que se trata de copias por haber sido incautadas a presuntos delincuentes tiene que haber una comprobación, una prueba que realiza la policía científica y en la que pueden colaborar peritos de las marcas. Sólo en España en 2023 la policía incautó más de tres millones seiscientos mil productos falsificados en 1.310 operaciones. Muchas en cooperación con otros países.
Este delito traspasa fronteras y su persecución, lo confirma el inspector Gómez, no es fácil porque lo que hay detrás es una organización criminal que extiende sus redes y opera en distintos países. Se trata de un delito, añade, que genera una cantidad ingente de dinero. El inspector recuerda una operación en mayo de 2024. "Cerramos 17 fábricas de zapatillas de deporte instaladas en Portugal. El negocio lo habían montado unos muchachos de la zona de Alicante y generaron 7 millones de euros en un solo año vendiendo deportivas falsas a través de perfiles de redes sociales".
La tendencia de las copias de lujo
Muchas de estas operaciones policiales arrancan con una denuncia de la marca. A partir de la denuncia, la policía debe investigar los métodos de distribución, quién es el beneficiario, cómo están comprando los artículos, cómo se mueve el dinero, cómo lo encargan, cómo lo importan, vamos, que se trata de una investigación integral.
Como en cualquier mercado, en el de las falsificaciones también hay tendencias y hoy lo que se lleva son las copias de lujo. El inspector Gómez explica que ahora hay tres ventanas de distribución de estos productos. El más visible es la venta en la calle, el top manta o los mercadillos. En segundo lugar está el mercado online donde cada vez tienen más presencia los influencers a través de redes como TikTok o you tube. Finalmente, están las falsificaciones de lujo dirigidas a personas que tienen poder adquisitivo elevado y que pueden pagar por una falsificación 600 euros sabiendo que es una copia y que nadie va a poner en duda la autenticidad de esa pieza, que en versión original puede llegar a costar 20.000, porque quien la lleva supuestamente se la podría comprar.
Se penaliza al que falsifica, al que lo vende, pero, ¿qué pasa con el consumidor? Según el inspector, las marcas llevan tiempo reclamando que se reproche de alguna forma el comportamiento del comprador, pero nuestra legislación no lo contempla. En España no se penaliza al usuario final, en otros países si te cogen comprando una falsificación debes pagar una multa.