El Atlético de Madrid se ha proclamado este domingo campeón de invierno de LaLiga tras ganar a Osasuna (1-0) tras una gran jugada de estrategia en un saque de esquina culminada por el argentino Julián Álvarez. El equipo de Vicente Moreno, que introdujo muchas rotaciones de inicio, buscó remontar en la última medida. El técnico de Massanassa metió a Areso, Aimar Oroz, Jon Moncayola y Ante Budimir, pero ni con esas consiguió inquietar la meta de Oblak. Lo más cerca que estuvo de hacer fue en una jugada en la que Rubén García pidió penalti. Era el 72, el jugador de Xátiva controló la pelota dentro del área del Atlético de Madrid y barrió le golpeó en el pie. El extremo osasunista se fue al suelo, pero el colegiado del partido no señaló penalti. El VAR tampoco quiso mostrarle la repetición, dando por buena la peritación de la jugada de Díaz de Mera. El propio Rubén García explicó, al término del duelo. «Yo lo único que sé es que, cuando voy a controlar el balón dentro del área, noto un contacto, que se escucha además, y me da la sensación que es penalti clarísimo. Entiendo que para que sea penalti a veces tiene que ser más contacto. No sé si el árbitro, que está cerca además y lo ha escuchado, cree que no es bastante. Hablando con Pablo, me dice yo sé que te doy, no te doy mucho tampoco, también doy al balón», aseguró en Movistar+. «Yo noto el contacto. No me gusta protestar al árbitro, no he ido con aspavientos, pero he notado el contacto. Al final, en el otro área puede que siempre hubiese más posibilidad de que lo pitara... No lo sé. Al final, el equipo lo ha hecho bien, ha peleado y no creo que esa acción en concreto haya hecho que perdamos el partido, pero esas pequeñas acciones, si caen de tu parte, a veces hace que saquemos un punto», añadió.