¡A mí, me van a oír!

Barcelona

El otro día, me di cuenta de que Hazte Oír y Vox son sinónimos. Hacerse oír y erigirse en voz. Es la frase típica del carca nacional: ¡A mí, me van a oír! ¡Me van a oír! Esta expresión puede pronunciarse de dos maneras: o sentado, o en pie. ¡A mí me van a oír!, sentado y dicho a voces, se suele acompañar dando golpes en la mesa. Seamos francos, la gente con vox es muy aficionada al golpe en general. Pero si el carca exclama en pie ¡A mí me van a oír!, acostumbra a darse sonoras palmadas sobre el pecho, gesto a medio camino entre el gorila y el acto de penitencia. Lo mismo que en la serie había Hombre rico y hombre pobre, también tenemos carca rico y carca pobre. El carca pobre aspira, más que nada, a hacerse oír en su escalera o en el ayuntamiento, si es posible. Por su parte, el carca rico dice ¡A mí me van a oír! apuntando a los consejos de administración o, incluso, al Consejo General del Poder Judicial. Siempre que oigo la palabra consejo, recuerdo una canción que me cantaba mi madre, y cuya letra decía algo así como: Mi abuelo que era un conejo, viejo, muy viejo, y reviejo, de los perros él sabía cómo había que correr y, corriendo mucho y mucho, aunque eran larguiruchos, no lo podían ni coger y, por eso, mi buen amigo, le doy este consejo... Disculpen que me haya recreado con la canción, pero quería compartirla. El consejo que se me quedó de ella es que ir por libre da lugar a la persecución. Esta semana, la revista Mongolia ha presentado una querella por denuncia falsa contra la asociación ultracatólica Abogados Cristianos y contra su presidenta, Polonia Castellanos. Se puede contactar con Mongolia escribiendo al correo redaccion@revistamongolia.com Allí, les van a oír. ¡Vamos, que si les van a oír! ¡Como hay Dios, que les van a oír!