"Se va a imputar y, si es posible, condenar al Fiscal General y al presidente del Gobierno"

El jefe de Gabinete de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Miguel Ángel Rodríguez, ha declarado como testigo en el Tribunal Supremo en la investigación al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por la supuesta filtración de información sobre la causa judicial de la pareja de Isabel Díaz Ayuso. En declaraciones a los medios tras testificar, Rodríguez ha reconocido que filtró a algunos medios el contenido del correo del fiscal que investiga a Alberto González Amador por fraude fiscal, y que luego usó para fabricar el bulo de que la fiscalía había ofrecido a la pareja de Ayuso un pacto, cuando esto fue al revés.

El jefe de Gabinete de la Comunidad de Madrid se ha excusado diciendo que no conocía la existencia de un correo anterior en el que el empresario reconocía los delitos y pedía llegar a dicho acuerdo para evitar el juicio. De esta forma, trata de desviar el foco de la investigación sobre sí mismo y de proteger al abogado de González Amador, que se podría enfrentar a la apertura de un expediente en el Colegio de Abogados de Madrid por mala praxis.

En la mesa del análisis de Hora 25, el periodista Jesús Maraña no puede ocultar su asombro ante los avances de la investigación. "Me parece importante recordar el origen del trazado que sigue el instructor Hurtado. Esto llega procedente del Tribunal Superior de Madrid, situando la posibilidad de un delito en la nota informativa que hizo la fiscalía. La sala segunda del Supremo decide que ahí no hay delito y, en una decisión que es bastante inédita, dice 'bueno pero vamos a ver si lo hay en la filtración del famoso correo' y apunta directamente al fiscal general del Estado y a la fiscal jefe de Madrid", apunta Maraña.

Al director de Infolibre le parece "sorprendente" que el instructor Ángel Hurtado en ningún momento haya considerado señalar a las más de 22 personas que recibieron ese correo. "Se va a encausar, a imputar, y si es posible, a condenar, al fiscal general del Estado y, en segundo lugar, al propio presidente del Gobierno", señala Maraña. Además, al periodista le inquieta que no se haya preguntado respecto a la cronología de los hechos, ya que permitiría comprobar en qué momento se envía el correo y quién contacta con quién.

Es por esto que Maraña insiste en que el caso tiene "muchos matices". "No es lo mismo decir que alguien conocía el contenido del correo porque estuviera publicado en un medio de información o porque estaba en medios de información. Si está en un chat de 55 periodistas, desde luego está en conocimiento de un montón de medios de información. Y no quiere decir que lo haya publicado nadie", aclara. El colaborador de Hora 25 ha tildado de "aceleradísima" la instrucción, y hace hincapié en que "seguimos sin conocer una prueba que directamente afecte al fiscal general del Estado".

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