Le da calambre al comprobar el lavavajillas y se queda pálido al comprobar los voltios: "No se ría usted"
Los accidentes domésticos derivados de las fugas eléctricas son muy peligrosos
El descubrimiento de la manipulación de electricidad fue un antes y después para la humanidad, convirtiéndose desde entonces en una pieza fundamental de la vida humana, pues ha permitido el desarrollo del bienestar y ha ayudado a que se produzcan avances impresionantes en todas las materias. Es algo tan instaurado en la sociedad que no le prestamos demasiada atención, teniendo muchas lagunas en cuanto al conocimiento de cómo debe ser un uso adecuado de ella y también de los riesgos que conlleva.
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Esto es peligroso pues convivimos con ella a diario y prácticamente con cualquier cosa que usamos. De no tener unas instalaciones correctas y saneadas pueden ocasionarse accidentes que, en un escenario concreto, pueden ser muy perjudiciales y poner en riesgo la integridad física de las personas, por lo que hay que llevar a cabo medidas de prevención y, sobre todo, no intentar manipular enchufes y demás sitios propensos a tener fugas si no sabemos cómo atajar las posibles situaciones. Y parecería que no, pero los percances suelen ser más comunes de lo que podemos pensar.
Como ejemplo, tenemos un vídeo que ha compartido en sus redes sociales un usuario que se dedica a lanzar tips, consejos y trucos en cuanto a construcción y electricidad. Se llama Daniel Rojas y a través de su cuenta llamada 'constructipp' ha mostrado un caso concreto de una señora que tenía una fuga en casa, la cual podía intuirse como algo anecdótico pero que, según explican encerraba más peligro del pensado.
Una instalación sin toma de tierra
En la publicación se presenta un hecho que puede ser bastante familiar en muchos lares. En la cocina de una casa se encontraron con que cuando abrían el lavavajillas, se llevaban un buen calambrazo. El experto experimentó en sus propias manos lo que pasaba y fue a abrir la puerta, momento en el que sufrió una descarga que a él mismo le sorprendió. Se produjo un momento gracioso cuando la mujer echó una buena carcajada y Rojas, con tono jocoso, le decía "no se ría usted".
Al comprobar qué voltaje se escapaba se llevó las manos a la cabeza: "¿¡95 voltios¡? Si esto es como una descarga a 230, casi", para pasar a preguntarse si tenía toma de tierra. Esta es absolutamente fundamental, pues ayudan a la conductividad y protegen de posibles fugas o descargas, además de mejorar el funcionamiento de instalaciones y circuitos. De no haberlas, las posibilidades de accidentes graves se multiplican, pues la electricidad iría hacia el suelo pasando a través de nuestro cuerpo al tocar la toma.
Una vez que Daniel Rojas comprobó todo, se cumplieron sus pronósticos, no había toma de tierra. En el mismo texto que acompaña el vídeo señala uno de sus errores: "¡Me llevo un calambrazo por no usar guantes! En este lavavajillas tenemos una fuga importante de corriente". De esta forma advierte de los peligros de una situación así y, como acaba la publicación, insta a que hay que ponerle una solución a este problema, seguramente añadiendo una toma de tierra.