El chef José Andrés, desde Valencia 50 días después de la DANA: "Seguimos yendo puerta por puerta. Además de comida, hay gente que necesita sentirse querida"
El fundador de la ONG World Central Kitchen ha pasado por los micrófonos de 'Hora 25' con Aimar Bretos
El chef José Andrés, 50 días después de la DANA: "Seguimos yendo puerta por puerta"
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La situación en las decenas de municipios afectados por el paso de la DANA mejora lentamente y todavía queda mucho trabajo por hacer. Han pasado ya 50 días y los ciudadanos de localidades como Paiporta, Alfafar o Chiva tratan de afrontar su nueva realidad de la mejor manera, pese a las enormes dificultades que todavía tienen para regresar a su rutina previa al paso del temporal.
El cocinero José Andrés, fundador de la ONG World Central Kitchen, lleva años acudiendo a zonas de conflicto y desastres naturales: Gaza, Ucrania, México, La Palma... y, desde hace siete semanas, también Valencia. Desde allí ha relatado en 'Hora 25' cómo es la situación de las personas que viven en esos municipios y cuál está siendo su labor y la de su organización.
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"Seguimos ahí, al lado de todos los valencianos que necesitan todavía del apoyo de todos nosotros. Y obviamente, 50 días después, World Central Kitchen simplemente va evolucionando con la emergencia a medida que nos tenemos que adaptar a lo que necesita la gente", ha comenzado relatando.
En este sentido, su ayuda ha colaborado con los negocios minoritarios: "Nos hemos dado cuenta de que todavía muchas de las pequeñas tiendas, el pequeño comercio, ha sido destrozado. Nosotros estamos ayudándoles y hemos colaborado en abrir muchísimas pescaderías, fruterías y carnicerías. Hemos ayudado a, puntualmente, acelerar que se abran mercados como el de Catarroja o como el de Paiporta, donde incluso no se puede entrar en el interior del mercado por temas de seguridad todavía, pero montamos un mercadillo justo delante".
Pero también relata que ofrecen cuidados individuales: "Seguimos yendo puerta a puerta, sobre todo las personas mayores, gente que no tiene apoyo de familiares, gente que no dispone de coche o le falta de dinero por falta de acceso a bancos. También seguimos yendo obviamente a esas personas que aparte de la necesidad física de que sea la comida o el agua, tienen otras necesidades, como la de que se sientan queridos y escuchados y que parezca que alguien está a su lado".
En relación a cómo se encuentra tanto de salud como anímicamente después de tantos días de trabajo, el cocinero español relata que la actitud de las personas es lo que le hace seguir adelante: "En emergencias como estas veo como el pueblo de Valencia, la gente joven y no tan joven cruzaron puentes y llegaron caminando a veces muchos kilómetros y a veces sin guantes, con palas o sin ellas, quitando el lodo, ayudando a la comida a una pareja de ancianos, a un 5º piso o haciendo lo que hiciera falta para ayudarles y, en definitiva, ayudar al prójimo. Cuando ves cosas como estas, pues la verdad que te llena de orgullo. Yo como español estoy muy orgulloso de la respuesta que ha habido por parte de la gente, de esos héroes anónimos que lo han dado absolutamente todo durante muchas semanas sin esperar absolutamente nada a cambio. Por lo tanto, yo me siento lleno de energía en estos momentos, siempre te das cuenta de que recibes mucho más de lo que tú eres capaz de dar".
Además, también ha tenido que vivir una situación personal difícil debido a la pérdida de un familiar suyo: "El mundo es muy grande, pero es mucho más pequeño de lo que parece. Y al final, quién me iba a decir a mí que yo que sabía que tenía familia política en Paiporta, donde mi sobrino se casó con esa chica maravillosa Marta, que han perdido a un bebé de tres meses".
"El mundo tendría que ser siempre un mundo mejor y donde tendríamos que perder muy poco tiempo el estar enfadado los unos con los otros a nivel social o a nivel político. Y momentos como lo que hemos vivido con los voluntarios en Valencia es lo que te demuestra que hay futuro, que hay gente que quieren, quieren convivir en paz y en alegría y darlo, darlo todo por mejorar la vida al prójimo", reflexiona José Andrés.
Preguntado sobre cómo avanza la reconstrucción en comparación con otras catástrofes, el cocinero ha comenzado declarando: "Obviamente, hay muchas cosas por hacer y muchas preguntas por responder. Siempre que hay una emergencia, yo creo que hemos aprendido todos que, al igual que los bomberos no tienen que esperar que nadie les ordene salir con sus camiones, nosotros también. La UME está trabajando bien. Hemos visto que los camiones, los coches siguen apilados y que a lo mejor no se ha hecho una muy buena gestión. Sí que se han quitado y al final se ha quitado relativamente rápido y hay que agradecer que eso haya sucedido. Pero la gestión de desguace es muy complicada".
"España tiene las mejores compañías de desguace del mundo. Valencia llegó a unos 40.000 coches al año en toda la comunidad. De golpe tienen más de 150.000 coches en un día. Alguien tiene que pensar que si tienes ese volumen hay que cambiar la forma de trabajar. Y hay que no solamente sacar un sistema para quitar coches, sino también para desguazarlos. Hemos visto incendios en Catarroja y otros lugares que podrían haber sido mucho más peligrosos, alguien podría haber muerto. Hay que quitarlos gasolina, hay que quitar los aceites, hay que quitar los diferentes líquidos, hay que quitar las baterías y las baterías eléctricas porque son altamente explosivas. Eso se podría haber hecho desde el minuto uno en las diferentes organizaciones, que han hecho un gran trabajo", ha añadido.
Por último, concluye: "Hay que poner a las empresas privadas que son expertas en ese tipo de trabajos. Estas son las cosas que a veces no pasan solamente en España, sino en el mundo entero, queda mucho por aprender de las emergencias, porque nunca nadie se prepara para la emergencia, porque no hay escuelas reales de emergencia, aunque sí que hay expertos en ello. Pero muchas veces en las emergencias nos damos cuenta que nunca nada sucede como tú lo has previsto. Por lo tanto, no puedes seguir un plan porque ese plan no existe. Ese plan ya es parte del pasado. Hay que aprender a adaptarse. Nunca hay que perder la oportunidad de utilizar una emergencia para capacitar a tus ejércitos, a tu policía, a tus bomberos, a las diferentes ONGs y por supuesto, a toda esa masa de civiles, de ciudadanos que se sumaron a esta ayuda, como hemos visto pocas veces en la historia reciente".