Otra forma de recordar a Marisa Paredes

Madrid

El día comenzó mal con la noticia de la muerte de Marisa Paredes.

Luego vimos el anuncio navideño de Campofrío de este año, en el que un escritor (Valle Inclán), un humorista (Gila), una poeta (Gloria Fuertes) y un actor (José Luis López Vázquez) bajan 24 horas a la Tierra, y regresan aturdidos. El año que viene, si se repitiese el anuncio, debería estar también Marisa Paredes, con su gran sentido del humor, la actriz de Almodóvar, la del Gabo de “El coronel no tiene quien le escriba”, la de los míticos Estudios Uno de televisión.

Pero hay otra Marisa Paredes, igual de importante. La del “¡No a la guerra!” y contra las mentiras de las armas de destrucción masiva, la que llegaba siempre al límite de tiempo a la Residencia de Estudiantes para estar presente y honrar a los intelectuales y a los compañeros desaparecidos, o la que aparecía en la Puerta del Sol o en la Puerta de Alcalá para leer un manifiesto a favor de los desfavorecidos y los marginados. Por ejemplo, los palestinos de Gaza. Siempre con un lema: “Ser rico se hereda, pero ser pobre también”.

Se la echará de menos. No existe recambio para este tipo de personas.