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Economía y negocios

Pablo Bustinduy, sobre la sanción a las aerolíneas: "El Gobierno está siendo pionero, pero hay varios países europeos interesados en seguirnos"

El ministro de Consumo ha respondido en 'Hora 25 de los Negocios' a todas las dudas sobre la sanción a las compañías aéreas

Madrid

El Gobierno ha multado con 179 millones de euros a las aerolíneas de bajo coste, entre las que se encuentran Ryanair, Vueling o EasyJet. El motivo es que todas cobran por el equipaje de mano y también por la impresión de billetes. De todas ellas, la más afectada ha sido Ryanair, ya tiene que asumir el 60% de la cuantía de esta sanción. El Ministerio de Consumo, que encabeza Pablo Bustinduy, busca con esta medida disuadir a las compañías low cost de que sigan cobrando como extras lo que en realidad son derechos de pasajeros. Las aerolíneas han respondido que van a seguir aplicando las mismas prácticas y anuncian que recurrirán a los tribunales. Sobre este y otros temas ha hablado el también titular de Derechos Sociales y Agenda 2030 en una entrevista en Hora 25 de los Negocios.

Jaque de Consumo a las aerolíneas

19:51

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Como viajero, ¿tengo que seguir pagando por el equipaje de cabina?

Dos cosas voy a decir respecto a esto. Lo primero es que la sanción que ha impuesto el Ministerio de Consumo no es solo una sanción económica por una serie de prácticas consideradas abusivas. Está lo del equipaje en cabina, pero no solo. También cobrar por selección de asiento para que una madre se siente con su hijo o para que un acompañante con una persona dependiente o el coste de reimprimir una tarjeta de embarque. Hay varias prácticas. La sanción incluye una penalización económica por estas prácticas e incluye también una sanción accesoria para que desistan de estas prácticas, para que no puedan seguir haciéndolo.

Pero esto sigue pasando...

Por una razón que es que vivimos en un Estado de derecho y las partes implicadas, en este caso las aerolíneas, tienen derecho a recurrir ante los tribunales esta sanción. Tienen dos meses, un periodo de dos meses, para presentar, si así lo estiman, han anunciado que lo van a hacer, un recurso ante los tribunales. Tienen derecho a hacer eso. Vivimos en un Estado de derecho. El procedimiento es plenamente garantista, con lo cual, si optan por esa vía, serán los tribunales quienes tendrán que dirimir sobre la naturaleza de esos argumentos. Desde luego, la posición del Ministerio de Consumo es que la fundamentación jurídica de esta sanción es impecable y que el mensaje que envía es que hay un Ministerio de Consumo que va a defender los derechos de los consumidores y que no puede haber modelos de negocio, ni prácticas comerciales que se basen sobre la violación de esos derechos de los consumidores.

Y, ¿se puede recurrir?

Sí, de hecho, las organizaciones de consumidores, que son quienes denunciaron en origen estas prácticas abusivas, ofrecen servicios de asistencia para poder reclamar el coste, por ejemplo, de la maleta de mano que cobran las aerolíneas en los tribunales, en primera instancia. Hay muchos casos de éxito ya en las que personas particulares han presentado estas demandas en los tribunales y les han sido reintegrados esas cantidades. Ahora es un proceso farragoso. Lo que implica la sanción del Ministerio de Consumo es que tengan que desistir de estas prácticas y yo espero que en un periodo razonable los tribunales confirmen que esta sanción está bien puesta y, por tanto, que cesen estas prácticas abusivas con los derechos de los consumidores.

Las aerolíneas juegan con tres argumentos. El primero es que la práctica es ilegal. ¿Han incurrido ustedes en una sanción ilegal?

Absolutamente no y ese argumento no tiene ni pies ni cabeza, porque toda la sanción está fundamentada, de hecho, en una decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que ya en el año 2014 estableció que era ilegal cobrar un suplemento por el equipaje de mano en cabina, por una razón muy sencilla. Cuando nosotros facturamos una maleta, la compañía está asumiendo la responsabilidad por esa maleta y, de hecho, si la pierden o la dañan, nos indemnizan. Sobre el equipaje de mano no adquieren ninguna responsabilidad. Ese era uno de los argumentos, hay otros, pero ya en el año 2014 el Tribunal de Justicia de la Unión Europea estableció que no se podía cobrar ese suplemento de precio. Entiendo que las aerolíneas tengan que defender sus beneficios y su modelo de negocio, pero cobrarle a una madre o un padre por sentarse al lado de su hijo o de su hija, cobrar a un acompañante por sentarse al lado de una persona dependiente... que me digan que las sanciones son ilegales.

El segundo argumento que dicen las aerolíneas es que se está perjudicando a los consumidores, porque si no se cobran por estos servicios de manera opcional, subirán los precios del billete en general

Entiendo que las compañías defiendan su modelo de negocio, pero eso no es un argumento jurídico. El modelo de negocio que han encontrado consiste en cobrar por cosas que la justicia dice que son un derecho. Nos hemos acostumbrado a un mundo en el que las multinacionales deciden cuáles son las normas de juego de las relaciones de consumo. Pues no, hay un Ministerio de Consumo que defiende los derechos de las personas consumidoras. En España, en los dos últimos años el precio medio de los billetes de avión ha subido un 64%, el doble que la media global. Estas compañías han adoptado estas prácticas hace pocos años, tres, cuatro o cinco años como mucho. Antes ya eran perfectamente rentables, ya ganaban muchísimo dinero. Encontraron una manera de cobrar por cosas que antes no se pagaban. ¿Por qué? Porque era ilegal cobrarlo. Y ahora lo defienden. Bueno, pues que lo defiendan ante los tribunales. Tienen derecho. Ahora bien, que no me digan que la posición del Ministerio de Consumo y del Gobierno de España consiste en otra cosa que en defender, por un lado, la legalidad vigente y, por otro lado, los derechos de los usuarios y los consumidores.

¿Puede el consumidor acabar pagando un billete más caro?

El consumidor ya está pagando un billete más caro. Es que es un argumento falaz, el argumento según el cual estas prácticas, es decir, hacerlos pagar más y por más cosas que se han inventado, por las que antes no se pagaba, ¿ha hecho que bajen los precios? Los precios en España han subido más que en ningún otro lugar. Es decir, es un elemento formidablemente lucrativo de un modelo de negocio que está construido sobre prácticas que son abusivas, que no respetan los derechos de los consumidores. De hecho, los consumidores, la prueba de que están contentos es que las organizaciones de consumidores denunciaron estas prácticas y han celebrado estas sanciones. Están expresando otra posición qué es que esto es una conquista, una victoria.

El tercer argumento de las aerolíneas es apuntar a que es algo que solo pasa en España y amenazan que se llevarán sus negocios de aquí, ¿esto es una excentricidad española?

No, no es una excentricidad española. Lo que sí es, es un caso en el que el Gobierno de España está siendo pionero en la defensa de los derechos de los consumidores. Pero hay varios países europeos que a lo largo de todo este proceso han expresado su interés en seguirlo y esperamos que en breve haya otros países que sigan estos mismos pasos en la defensa de los consumidores. Respecto a estas amenazas más o menos veladas, de nuevo, me remito. Yo creo que hoy nos hemos acostumbrado a una realidad en la que las empresas multinacionales por acción o por omisión, por presión o digamos por su propio poder, están acostumbradas a dictar las normas de las actividades económicas y cuando hay problemas, lo hemos visto en la pandemia, se movilizan todos los recursos que hagan falta para rescatarlas, para salvar el sector, etcétera. Y en tiempos de normalidad, cuando además están consiguiendo beneficios récord, se indignan o amenazan cuando hay un gobierno que lo que dice es que hay que respetar los derechos de los consumidores y la legalidad vigente. Aquí no hay empresa, por poderosa o grande que sea, que esté por encima de la ley. Esto es así.

Dice usted que hay Estados que han expresado su interés. ¿Qué significa eso? ¿Han contactado ustedes con otros Estados?

Las autoridades de consumo de varios países europeos, en los foros de cooperación que hay en esta materia, han seguido el expediente, nos han pedido información. Yo creo que porque entienden que lo que es de sentido común en España lo es también en otros países, países de nuestro entorno europeo y con los que compartimos además mercados turísticos.

¿Quiénes?

Tengo que guardar la debida precaución respecto a esto, pero hay varios países, varias autoridades de consumo, que están estudiando el caso en esto.

¿Usted siente que las aerolíneas le están desafiando la autoridad?

No, en absoluto. Entiendo que las compañías aéreas tienen derecho e interés en defender su modelo de negocio y en defender sus beneficios. Es lógico. Hacen bien en ello y tienen, como vivimos en un Estado de Derecho, herramientas más que sobradas para poder defenderlo. De hecho, presentarán el recurso, si así lo estiman conveniente. Yo, mi posición y mi obligación como ministro de Consumo, es defender los derechos de los consumidores, es defender las normas y es defender la legalidad vigente. Y, por tanto, creo que lo que hay es un choque de intereses. Ellos defienden sus beneficios, yo defiendo lo que considero que es el interés general de los consumidores en España.

Sobre el Black Friday y otras fiestas que prometen descuentos, ¿hay capacidad de control contra el fraude?

El Ministerio de Consumo tiene en marcha un sistema de verificación y monitoreo de precios para perseguir las falsas rebajas. Ahora en el Black Friday, desgraciadamente, es algo que mucha gente conoce, hay portales de comercio electrónico, sobre todo, que inflan artificialmente el precio de un producto antes de que llegue la semana de Black Friday, para luego bajarlo al precio original y que parezca que haya una rebaja. Tenemos en marcha un sistema de monitoreo y verificación de precios para impedir esto. Evidentemente, es una práctica ilegal, es un abuso y un engaño a los consumidores, no se puede hacer y en el caso en el que lo detectemos lo vamos a sancionar. Ya hemos cerrado dos expedientes en ese sentido el año pasado, tenemos varios más abiertos y vamos a vigilar los precios en el Black Friday, pero también en el periodo que llegue hasta las rebajas de enero, para asegurarnos de que quien no cumpla la ley en España va a ser sancionado por ello.

Multa histórica a las aerolíneas de bajo coste

Multa histórica a las aerolíneas de bajo coste

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