El Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer se ha reivindicado este lunes con diversos actos institucionales y con manifestaciones en muchas ciudades, entre ellas Madrid, donde, por tercer año consecutivo, el feminismo marcha por separado, aunque por la misma causa. Feministas convocadas por el Foro de Madrid han recorrido la Gran Vía madrileña tras una pancarta en la que han pedido «combatir el sexismo». Además, han coreado lemas por la abolición de la prostitución y contra la gestación subrogada. La manifestación ha congregado a las feministas de base, consideradas «históricas», en el centro de la capital y ha partido pasadas las 19:00 horas desde Cibeles, al grito de «aquí estamos las feministas abolicionistas». Entre sus reivindicaciones, han clamado contra la violencia sexual, la violencia de género, la violencia vicaria, la prostitución, el sexismo o la gestación subrogada, entre otras cuestiones. Además, han llamado la atención sobre las «dificultades» que afrontan las mujeres con discapacidad y piden a la sociedad que escuchen su voz, les ceda el protagonismo y dé soluciones para su accesibilidad a los sistemas de detección y recursos de atención, promoviendo su autonomía en los procesos de intervención. Así, tras una pancarta bajo el lema «Combatir los sexismos para erradicar la violencia contra las mujeres», las manifestantes han comenzado a marchar por la Gran Vía madrileña entre cánticos como «violadores y machistas os tenemos en la lista», «sola de noche, quiero llegar segura», «la calle, la noche, también son nuestras», «aquí estamos, nosotras no matamos», «contra el sexismo, más feminismo», «vientres de alquiler, violencia contra las mujeres» y «OnlyFans es prostitución», además de portar carteles en los que se podían leer mensajes como «las mujeres exigimos respeto» y «la vergüenza tiene que cambiar de bando». Al igual que ocurrió el año pasado, hay mujeres que han asistido vestidas de la «compaña feminista», con túnicas y máscaras blancas. Han portado carteles en recuerdo de los feminicidios que han ocurrido en España en lo que va de 2024, con el nombre de la víctima, la edad y el lugar de donde eran. Por tercer año consecutivo, en Madrid ha habido dos manifestaciones distintas, debido a las consecuencias que ha provocado en el movimiento feminista los disensos en torno a la ley trans, la prostitución y los efectos indeseados de la ley del «sólo sí es sí». La marcha convocada por la Comisión 8M -a la que ha asistido la exministra y eurodiputada Irene Montero- ha reunido a 3.000 personas, mientras que la organizada por el Movimiento Feminista de Madrid y el Foro Feminista -con presencia de la ministra de Igualdad, Ana Redondo- a 3.500, según la misma fuente. En ambas marchas, se han recordado uno a uno los nombres de las mujeres víctimas de violencia machista este año. Las marchas han sido unitarias en otras ciudades como Barcelona, donde la plataforma «Novembre Feminista» ha convocado su manifestación con el lema «La vergüenza y el miedo para los agresores». A ella, han asistido alrededor de dos mil personas, según cifras de la Guardia Urbana. Entre pancartas y cánticos, han destacado mensajes como «La noche es nuestra», «Viva la lucha feminista», «Si nos tocan a una nos tocan a todas», «Ninguna agresión sin respuesta» o «Hasta que no me maten no me van a creer». Entre otras ciudades que también se han movilizado está Sevilla, donde el Movimiento Feminista ha organizado una manifestación que ha partido desde Plaza Nueva hasta la Alameda de Hércules. A esta convocatoria, promovida por la Plataforma 8 de marzo, se han sumado 33 organizaciones de mujeres con una sola voz: «NO a la violencia contra las mujeres». La manifestación convocada por el movimiento feminista de València este 25N, Día Internacional contra la Violencia Machista, ha clamado contra la «impunidad» y el «negacionismo» de la «extrema derecha», marcada por el «dolor y tristeza» ante la última víctima en Orihuela (Alicante). Bajo el lema «Contra todas las violencias machistas. Fartes de impunitat», la marcha ha comenzado sobre las 19.00 horas desde Porta de la Mar para transcurrir por el centro del «cap i casal» y finalizar en la plaza del Ayuntamiento. En la concentración se han escuchado consignas como «No estamos todas faltan las asesinadas», «Sola, borracha, quiero llegar a casa», «No es un caso aislado, se llama patriarcado» o «No son arrebatos, son asesinatos». Una manifestación convocada por la Plataforma de Mujeres Contra la Violencia Sexista con motivo del 25N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, ha recorrido también este lunes las calles del centro de Pamplona reivindicando que las mujeres están «ya hartas» de ser quienes tienen que pasar «vergüenza» tras un caso de violencia sexista, y que «quienes tienen que sentir vergüenza son los agresores». Antes de comenzar la manifestación, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha recalcado que nuevamente las feministas toman la calle «para levantar la voz, alzar la voz para exigir igualdad y libertad». «Llegará un momento, llegará un tiempo en el que no sea necesario conmemorar este día como el día de la lucha contra las violencias hacia las mujeres, pero mientras ese día llega, tenemos que seguir avanzando en derechos, en igualdad y en libertad, tenemos que hacerlo por las 41 mujeres asesinadas en este año 2024», ha aseverado. La ministra socialista ha defendido «seguir en pie» por todas las mujeres asesinadas por la violencia de género. «Tenemos que seguir avanzando y la política es la manera de seguir avanzando. Con leyes, con unas estructuras institucionales de protección, de prevención y de reparación de las víctimas. Tenemos que seguir avanzando con más recursos, con recursos del Pacto de Estado», ha dicho. Asimismo, ha avisado de las nuevas formas de violencia, como la violencia vicaria, la violencia a través de las redes sociales o la pornografía en Internet «que llega a los más jóvenes, que no tienen capacidad de rechazarlo ni de reconocer que eso es violencia y, por lo tanto, no es sexo ni relaciones afectivos sexuales normales». «Y, por supuesto, el negacionismo que mata, el negacionismo que niega la evidencia, la evidencia del machismo estructural y el negacionismo es muy peligroso. El negacionismo significa que se le dice a la ciudadanía que no existe el problema del machismo, que no existe la dominación patriarcal sobre las mujeres. Y esa negación genera frustración porque el problema existe y genera violencia y la violencia es el paso atrás, es lo contrario a la democracia», ha asegurado.