Buffon se sincera como nunca antes: reconoce su “debilidad” por las apuestas y una depresión en 2003 que superó gracias a la pintura

Gianluigi Buffon ha sido protagonista en la mañana de este martes después de presentar su biografía ‘Caer, levantarse, caer, levantarse’. Lo ha hecho en una entrevista en el Corriere della Sera, en donde ha explicado que los porteros como él tienen un componente “masoquista” porque, cuando él empezó, el terreno en donde jugaba era “duro como el hormigón”: “Reconoces a los viejos porteros por sus manos heridas”. De hecho, explica que escogió a su agente, Silvano Martina, porque tenía “las manos llenas de cicatrices”.

Cuando le preguntan por su mejor contrincante al que se ha enfrentado en un terreno de juego, explica que es difícil de elegir porque se enfrentó a tres generaciones (Messi, Ronaldo, Cristiano...) Si tuviera que elegir a uno, se quedaría con Neymar: “Por el jugador y por el chico que es, habría tenido que ganar cinco Balones de Oro“. En cuanto a equipos, se queda con el Barça de 2015 y Real Madrid de 2017, aunque también pone el foco en el Milán de Shevchenko de 2003.

El exguardameta explica en la entrevista la presión que vivió a finales de 2003, justo después de llevarse dos títulos: “Tenía un vacío delante, empecé a dormir mal, con agobios. Tuve un ataque de ansiedad en el campo, no podía respirar y pensé que no podía jugar”. De hecho, pone el ejemplo de un Juventus-Reggina, en donde vivió “un momento decisivo” en su vida: “Pensé que si no regresaba al campo, creaba un antecedente conmigo mismo e igual me habría vuelto a pasar y habría acabado sin jugar más. Así volví al campo, hice una buena parada y fue decisiva porque ganamos 1-0″.

Poco después, viendo que el problema seguía, el doctor Agricola confirmó su depresión. Buffon rechazó tomar fármacos y se aficionó a la pintura, tal y como él mismo explicó: “Había una exposición de Chagall en Turín y me quedé bloqueado durante una hora. Era un cuadro simple, Chagall de la mano de su mujer”.

Rechazó una oferta del Barça

Además, sobre el final de su carrera, reconoce que le llegó una oferta del Barça para ser el segundo portero de Ter Stegen, pero explica el motivo por el que no eligió al conjunto azulgrana: “Me gustaba la idea de jugar con Messi tras Cristiano. Un día, sin embargo, estaba conduciendo y en la radio sonaba una canción que me encanta y que llevaba 10 años sin escuchar, ‘Bella’ de Jovanotti. Levanté la mirada y vi la caseta de peaje de Parma", dice antes de asegurar que fue la señal para que terminase su carrera en Parma.

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Por último, el italiano ha hablado de su “debilidad” con las apuestas, ya que afirma que era “adrenalina” para él: “Nunca hice nada ilegal. Nunca me investigaron, porque nunca aposté sobre el fútbol: siempre y solo tenis y baloncesto americano. Ahora voy dos o tres veces al año al casino, pero ya no siento la necesidad".