La decisión de última hora que pudo cambiar la historia de Barça y Manchester United: "Creíamos que no iba a funcionar"

El FC Barcelona está inmerso en una reconstrucción que le lleve de nuevo a la senda del éxito. Parece que va por el buen camino visto lo que está haciendo en este inicio de temporada, con un Hansi Flick que le ha lavado la cara al equipo y que ha hecho competir a una plantilla que, aunque no ha incorporado grandes fichajes, se está sustentando en la vigorosa juventud que está saliendo de su cantera y a la experiencia de grandes nombres que ya tenía, como el del renacido Robert Lewandowski.

Esta no es la primera vez que el conjunto azulgrana tiene que intentar rehacerse. A principios del siglo XXI vivió un drama deportivo que les mantuvo durante cinco años sin conseguir títulos, cayendo del panorama internacional e instaurándose en una depresión que parecía difícil de solucionar. Pero hubo varios hechos decisivos durante el verano de 2003 que cambiaron de rumbo al club. Joan Laporta llegaba a la presidencia y apostaba por una vuelta de tuerca al modelo, pero además prometía hacer un fichaje de relumbrón que devolviera la ilusión a su castigada afición.

En un primer momento, Laporta había prometido en campaña que ficharía a David Beckham, que había tenido sus más y sus menos con Sir Alex Ferguson y la relación se había deteriorado, pero el inglés se le escaparía con el agravante de terminar recalando en el máximo rival, el Real Madrid. Podía parecer un varapalo, pero abrió el camino de incorporar a otro crack: Ronaldinho Gaucho. Este sí que se pondría la camiseta blaugrana y, a la postre, resultaría decisivo en la construcción de uno de los mejores Barça de las historia, sin embargo, esta operación absolutamente clave podría no haberse dado.

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"Había acuerdo con el club y con el jugador"

Rio Ferdinand está teniendo mucho éxito con las charlas que está publicando en sus redes sociales con figuras clave del fútbol y ahora ha vuelto a traer a una que conoce bastante bien. En su podcast Rio Ferdinand presents ha aparecido esta vez Peter Kenyon, quien fuera director ejecutivo del Manchester United entre 2000 y 2003, y ha comentado una decisión que tomó el club mancuniano que podría haber supuesto un cambio de rumbo tanto para ellos como, indirectamente, para el FC Barcelona.

Por todos es sabido que el conjunto inglés estuvo muy cerca de adelantarse al Barça para hacerse con los servicios de Ronaldinho, pero Kenyon ha arrojado más información de lo que realmente sucedió en esa operación. El brasileño pertenecía al París Saint-Germain y el exdirectivo asegura que "había acuerdo con el club y con el jugador", pero una vez que se llegó a un entendimiento inicial, todo empezaría a torcerse. "David Beckham se acaba de ir y en el United nadie recibía un trato especial. Ronaldinho era un jugador fantástico, pero todo comenzó a complicarse, hasta el punto de que en la negociación había 20 personas, el jugador y varios agentes en la sala", explicó.

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En el conjunto inglés, por aquellos días liderado desde el banquillo por Sir Alex Ferguson, lo primordial era que el vestuario estuviera unido, por lo que, según comenta Kenyon, un fichaje como el de Ronaldinho, con todo lo que le rodeaba, podía ser un elemento de desestabilización. Es por ello que decidieron dar marcha atrás cuando todo estaba encaminado y casi para firmarse. "Volvimos a reunirnos y les dijimos que creíamos que no iba a funcionar", por lo que desecharon una operación que después terminaría haciendo el Barça y que cambió su historia, pero también la del United.

Una vez que no pudieron contratar a Ronaldinho, Ferguson decidiría apostar por un chaval que se las había hecho pasar canutas en un amistoso y que jugaba en el Sporting de Lisboa. El Manchester United firmaría a Cristiano Ronaldo ese verano y el resto de la historia ya la conocemos. "No salió mal, ¿verdad?", le comentó Peter Kenyon a Rio Ferdinand, congratulándose de la decisión que tomaron, aunque seguro que en el Barcelona también están encantados con los giros de guion que hubo en aquel verano de 2003.