Este domingo, varios grupos de personas se han congregado en Madrid para comenzar una manifestación convocada por 39 agrupaciones bajo el lema «La vivienda es un derecho, no un negocio. Por ciudades y pueblos habitables» o «Se acabó, bajemos los alquileres». Los asistentes recorrerán las calles principales calles de la capital, pasando por Atocha, el Paseo del Prado hasta la plaza de Cibeles. Unas 12.000 personas, según datos facilitados por la Delegación del Gobierno en Madrid, y medio millón, según los convocantes, se han manifestado este domingo desde Atocha hasta el cruce de la Gran Vía y la calle Alcalá convocada por el Sindicato de Inquilinas y casi 40 colectivos más, una protesta que busca emplazar a que haya una bajada del 50 % en el precio de los alquileres. Los manifestantes, de todas las edades, han coreado consignas como «no queremos ver cómo convierten nuestro barrio en un hotel» o «menos tuitear y más legislar», y, al llegar a la plaza de Cibeles, han interpelado al alcalde, José Luis Martínez-Almeida con un «Almeida, escucha, esta es nuestra lucha», que han hecho extensivo a la presidenta autonómica, Isabel Díaz Ayuso. «Vergüenza me daría desahuciar a una familia», han gritado también los manifestantes, que han portado pancartas y han pergeñado imaginativas protestas, como un carrito de bebé cubierto con unos cartones a modo de casa en la que se podía leer «Tu Airbnb era mi casa». El objetivo de la manifestación era «tomar las calles» para protestar por el excesivo precio de la vivienda y la crisis actual. Entre las organizaciones implicadas en la convocatoria se encuentran el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid, la Plataforma de Afectadas por la Hipoteca (PAH), la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (Fravm), Amnistía Internacional y los sindicatos CCOO y UGT, entre otras.