La misión de paz de Naciones Unidas en Líbano (FINUL) ha denunciado la entrada por la fuerza de dos tanques israelíes en una de sus posiciones en el sur de Líbano, que al menos 15 de sus efectivos resultaron intoxicados poco después por humo de proyectiles y, finalmente, ha acusado al Ejército israelí de bloquear el sábado un convoy logístico «de importancia crítica» en otra zona de su competencia. Según un comunicado publicado en su cuenta de Telegram, el incidente más grave ha tenido lugar esta pasada madrugada en la zona de Ramyah, en el municipio de Bint Jbeil. Primero, las fuerzas de paz de la FINUL, escondidas en refugios, observaron como «tres pelotones de militares israelíes» cruzaban la frontera con Líbano como parte de la operación de invasión israelí en la zona. En torno a las 04:30 de la madrugada, «y mientras los pacificadores estaban refugiados, dos tanques israelíes Merkava destruyeron la puerta principal de la posición» de la FINUL «y entraron por la fuerza» en la misma para «exigir en múltiples ocasiones que la base apagara las luces». Los tanques se marcharon del lugar 45 minutos más tarde, después de que la FINUL «emitiera una protesta formal a través del mecanismo de contacto» que denunciaba la presencia del Ejército israelí como un elemento de riesgo para sus «cascos azules». Sin embargo, en torno a las 06:40 de la mañana y en la misma posición, los militares de la FINUL observaron el lanzamiento de «varios proyectiles» de naturaleza no especificada a unos 100 metros al norte. Sin embargo, el humo que desprendían alcanzó la posición y «quince pacificadores han sufrido irritación en la piel y reacciones gastointestinales». Todos ellos están recibiendo tratamiento médico. Israel ha admitido que uno de sus tanques allanó este domingo una base de la misión de mantenimiento de paz de la ONU en el sur del Líbano (FINUL) tras sufrir un ataque de Hizbulá y mientras trataba de evacuar a los soldados heridos. «Una revisión inicial mostró que un tanque del Ejército que estaba tratando de evacuar a soldados heridos mientras todavía estaba bajo fuego retrocedió varios metros hacia un puesto de la FINUL. Durante el incidente, el Ejército no representó ningún peligro para las fuerzas de la ONU», informó el Ejército israelí. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu también ha asegurado que le ha comunicado a la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, que lamentaba «cualquier daño causado al personal de la FINUL» en el Líbano. «Israel hará todos los esfuerzos posibles para evitar bajas en la FPNUL y hará lo que sea necesario para ganar la guerra», ha añadido Netanyahu en X. La FINUL informa además de que, ayer, varios militares de las fuerzas israelíes bloquearon un convoy logístico de la FINUL «de importancia esencial» cerca de Meiss ej Jebel, cerca de Marjayún. «La operación», indica la FINUL, «no pudo ser completada». La fuerza de paz de la ONU recuerda que «la intrusión y el ingreso en una posición de las Naciones Unidas es otra flagrante violación del derecho internacional» y que «todo ataque deliberado contra las fuerzas de paz es una grave violación del mismo». «Hemos solicitado a las Fuerzas de Defensa de Israel una explicación sobre estas escandalosas violaciones», concluye el comunicado. Lo ocurrido esta madrugada es el último episodio de una semana enormemente tensa que se ha saldado con cinco pacificadores heridos por ataques israelíes y ha culminado este domingo con una petición expresa del primer ministro de Israel, Benjamin Netanayu, para que las fuerzas de paz abandonen sus posiciones. El pasado jueves, la FINUL anunció que dos de sus efectivos resultaron heridos por el impacto de un proyectil israelí sobre sus instalaciones en Naqoura, donde se encuentra el cuartel general, después de que en las últimas horas las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) alcanzaran varias posiciones de este contingente internacional. Al día siguiente, otro ataque de Israel causó heridas a otros dos pacificadores y un tercero acabó alcanzado por la noche por un disparo de procedencia desconocida. Sobre el primer suceso, el Ejército israelí admitió «haber abierto fuego en la zona» antes de asegurar que había puesto en marcha una investigación al respecto e insistir otra vez a la FINUL que se retirara de sus posiciones, algo a lo que la fuerza de la ONU se ha negado categóricamente mientras buena parte de la comunidad internacional, comenzando por aliados como Estados Unidos, ha pedido a Israel que deje de poner deliberadamente en peligro a los «cascos azules».