El Ejército israelí ha anunciado este domingo que está atacando objetivos de Hezbolá en Líbano, después de detectar el lanzamiento de «115 amenazas aéreas» por parte del grupo chií hacia el norte de Israel en las últimas horas. «Los ataques del Ejército continuarán y se intensificarán», avisaron las fuerzas israelíes en un comunicado. Por su parte, Hezbolá ha asegurado que el movimiento libanés ha entrado en «una nueva fase de ajuste de cuentas» con Israel y que el grupo se ha hecho «más fuerte», pese al bombardeo israelí que el viernes mató a más de una docena de altos cargos de la formación en Beirut. «Hemos entrado en una nueva fase, una fase de ajuste de cuentas abierta en la que continuamos la batalla de apoyo (a Gaza) y, de vez en cuando, los matamos desde donde esperan y no esperan», ha dicho el número dos de Hizbulá durante el funeral del jefe de su cuerpo de élite Fuerzas Radwan, Ibrahim Aqil, muerto en el bombardeo del viernes. El grupo libanés proiraní ha reivindicado los ataques de esta mañana y de la noche de este sábado contra la zona de Haifa, donde las autoridades han suspendido este domingo las clases, y ha asegurado que iban dirigidos contra una fábrica de armamento israelí y una base militar. Al menos 50 personas han muerto y 66 han resultado heridos, mientras que otras once personas siguen desaparecidas, por lo que se teme que la cifra de muertos aumente en las próximas horas, según ha recogido el diario libanés «L»Orient-Le Jour. Horas antes, el Centro de Operaciones de Emergencia del Ministerio de Sanidad libanés había indicado que los equipos de rescate habían hallado 45 cadáveres en el lugar bombardeado y agregó que se siguen retirando escombros en la zona, tal y como ha informado la agencia estatal libanesa de noticias, NNA. Las autoridades libanesas especificaron el sábado que entre los muertos había al menos tres niños, al tiempo que cifró en cerca de 40 los muertos, entre ellos Ibrahim Akil, un alto cargo del principal organismo militar del partido-milicia chií Hezbolá que fue identificado por Israel como objetivo del bombardeo. Akil estaba reunido con altos mandos de la Fuerza Raduán bajo un edificio residencial de un barrio en el sur de Beirut cuando se produjo el ataque, en el que, según la versión israelí, murieron otros 15 comandantes de Hezbolá, incluido Ahmed Wahbi, responsable de entrenamiento del grupo. Al Jazeera ha denunciado este domingo que soldados israelíes fuertemente armados han incautado y han destruido equipos en sus oficinas de Ramala, en Cisjordania, según un informe del jefe de la oficina de la cadena catarí, Walid al-Omari. «Los soldados están confiscando el equipo a pesar de que la orden solo se refiere al cierre de la oficina», ha señalado Al Jazeera en su reporte. La cadena, conocida por su cobertura de los bombardeos a hospitales, ataques contra edificios residenciales y la muerte de civiles desarmados en Gaza, también ha informado que durante el allanamiento los soldados arrancaron un cartel de la periodista Shireen Abu Akleh, quien fue asesinada hace dos años por un soldado israelí mientras cubría una redada militar en Cisjordania. Este hecho ha generado condenas a nivel internacional y amplió las tensiones entre Israel y el canal. Por su parte, la oficina de medios del Gobierno en Gaza ha condenado enérgicamente la decisión del Ejército israelí de cerrar las oficinas de Al Jazeera en Ramala, calificándola como un «crimen y una clara violación del derecho internacional». En una declaración publicada en Telegram, han afirmado que esta decisión refleja «la debilidad y fragilidad de la narrativa israelí frente a la verdad y los hechos sobre el terreno.» El comunicado también insta a los sindicatos de prensa y organismos mediáticos a condenar este acto, y hace un llamado a periodistas y medios de comunicación de todo el mundo a solidarizarse con Al Jazeera en defensa de la libertad de prensa. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha enviado este domingo un mensaje amenazador al grupo chií libanés Hizbulá, aliado de Irán, advirtiéndoles que si aún no «ha entendido el mensaje» tras la escalada de ataques de los últimos días, pronto «lo entenderá». «En los últimos días, hemos infligido a Hizbulá una secuencia de golpes que no se imaginaba», dijo Netanyahu en hebreo en un breve mensaje en vídeo. «Si Hizbulá no ha entendido el mensaje, os prometo que lo entenderá», añadió. «Estamos decididos a devolver a nuestros residentes del norte sanos y salvos a sus hogares», continuó Netanyahu, en referencia los 60.000 israelíes que siguen evacuados de las comunidades fronterizas desde hace más de once meses. «Haremos todo lo necesario para restablecer la seguridad», concluyó.