Las primeras investigaciones apuntan a que la acumulación de hielo pudo provocar el accidente de avión en Brasil
En el siniestro fallecieron los 62 pasajeros que viajaban en la avioneta
El avión siniestrado en Brasil con 62 pasajeros a bordo. Archivo. / Isaac Fontana (EFE)
Madrid
Un informe preliminar sobre el accidente aéreo del pasado mes de agosto en Brasil que dejó 62 fallecidos ha develado que existen indicios de que se produjo una acumulació de hielo en la aeronave, aunque no se asegura que sean las causas definitivas del siniestro. Así lo ha confirmado el Centro de Investigaciones y Prevenciones de Accidente Aeronáuticos (Cenipa) en un documento oficial este sábado.
El parte hecho público por el Cenipa confirma que los detectores de hielo se activaron en la aeronave de la aerolínea Voepass y, un funcionario del Centro de Investigaciones, ha confirmado en rueda de prensa que las grabaciones de la cabina muestran que el copiloto avisó a la tripulación de que "había mucho hielo" en el transcurso del vuelo.
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Los expertos apuntan a que los sistema de deshielo del avión fallaron, aunque desde el Cenipe aseguran que esta información todavía ha de ser confirmada. Las investigaciones en las que la aerolínea continúa colaborando, pueden alargarse durante un año, han confirmado.
Los sistemas de deshielo podrían haber causado el accidente
A pesar de que las informaciones sobre los sistemas de deshielo de la aeronave no han sido completamente ratificadas, varios expertos han asegurado en declaraciones a la agencia de noticias Reuters, que estos sistemas pudieron jugar un "papel fundamental" en el siniestro. Sin embargo, insisten en pedir "cautela", ya que se trata de un informe preliminar y se barajan varios factores sobre la causa del accidente.
El experto en aviación estadounidense, Anthony Brickhouse, ha declarado después de leer el informe que "todo lo que se puede leer en él concuerda con la formación de hielo", pero ha advertido que "los accidentes rara vez son causados por un solo acontecimiento".
También las autoridades aseguraron que se activaron las alertas de pérdida de velocidad, pero la tripulación de la aeronave no llegó a activar a situación de emergencia antes de que el avión comenzase a dar vueltas sobre sí mismo y, finalmente, se estrellase contra el suelo.
Tanto el avión como los tripulantes del mismo estaban debidamente certificados, han confirmado desde el Cenipe, desde donde también han aclarado que los sistemas de ATR se encontraban en condiciones favorables para emprender el vuelo.
El accidente de la aeronave se produjo el pasado 9 de agosto en la localidad de Valinhos, una zona rural del estado de São Paulo, en Brasil. El trágico suceso dejó 62 fallecidos, todos los ocupantes del avión.
