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La OCU recomienda los tipos de sartenes más saludables

Las claves para comprar una sartén de forma correcta, ¿cuáles son las más indicadas?

Sartén en una encimera. Recurso. / Aleksandr Zubkov

Sartén en una encimera. Recurso.

Madrid

A la hora de cocinar saludable, contar con una sartén es un elemento indispensable. Preparar los platos en sartenes hechas conos materiales indicados es primordial no solo para la salud, sino también para el reducir el impacto en el medio ambiente. Hay infinidad de tipos de sartenes en el mercado y acertar no siempre es fácil. Aunque puedas pensar que sí, guiarse por la apariencia no es tampoco la mejor opción. Seguro que alguna vez te ha pasado que la nueva sartén que comprabas era estupenda y después, tan solo dos usos son suficientes para comprobar que no son de la calidad que esperabas.

Los materiales de los que están hechas las sartenes son la clave para distinguir si son saludables, de buena calidad y sostenibles. Las sartenes saludables están confeccionadas con materias primas que no liberan toxinas perjudiciales cuando se calientan a altas temperaturas. Además, éstas están diseñadas especialmente para garantizar una cocción uniforme y eficiente.

Pero, para elegir una sartén correcta no solo hay que fijarse en el material. Antes de prestar atención a este detalle, se deben tener en cuenta otros aspectos como el tamaño, el mango y la base.

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¿Cómo elegir una sartén correctamente?

Lo primero será tener claro qué tamaño de sartén necesitas. Deberás saber el diámetro en función de los comensales y el tamaño de las raciones que vas cocinar. Las más vendidas son las sartenes de 24cm de diámetro.

Una vez encontrado el tamaño, comprueba que la sartén que has elegido está bien equilibrada. Para ello, coge la sartén por el mango y muévela enérgicamente emulando los movimientos que se realizan en la cocina como el salteado. Así podrás comprobar que el mango está bien fijado. Cogiendo la sartén por el mango y haciendo estos movimientos también podrás comprobar el peso de la misma. Escoge una que sea intermedia, ni muy ligera ni muy pesada. Si es muy pesada será difícil de manejar pero una sartén excesivamente ligera será poco estable.

El siguiente paso será comprobar que la sartén es apta para el tipo de cocina que tienes en casa. En la parte trasera de las sartenes, en la base, encontrarás símbolos que indican para qué superficie son aptas (gas, eléctrica, vitrocerámica o inducción). También es importante en este punto saber si la sartén que vas a comprar es apta para el lavavajillas e, incluso para el horno. Actualmente, existen muchas sartenes con mangos extraíbles que son aptas para introducir en el horno, ya que soportan altas temperaturas. En caso de que hayas escogido una sartén apta para el horno, debes fijarte bien en la temperatura máxima que soporta. Estos detalles suelen aparecer en el etiquetado de las sartenes.

Hay dos aspectos más imprescindibles a la hora de elegir una sartén correctamente. El mango y la base. El tipo de mango más útil suele ser el mango ergonómico y resistente al calor. Son más cómodos y evitan quemaduras indeseadas. En cuanto a la fijación, lo ideal es que esté anclado con un tornillo y, en el caso de las sartenes con mango extraíble, éste debe tener una pinza fija y resistente. También hay que tener en cuenta la longitud del mango. Uno demasiado corto facilitará quemaduras ya que los dedos estarán demasiado cercanos al calor.

En cuento a la base, se recomienda que sea fuerte, resistente y gruesa. Una base demasiado ligera hará que la sartén se estropee pronto. La base debe tener una capa de aluminio que garantice una buena distribución del calor. Y, por último, la base debe ser plana. Para comprobar que no tiene defecto, coloca la sartén sobre una superficie plana y lisa. Algunas bases tienen un defecto de abombamiento no siempre visible, por lo que es importante fijarse bien porque este problema hará que no se asiente bien en la placa y que se pierda mucha energía.

¿Cuáles son los tipos de sartenes más saludables?

El detalle esencial en el que fijarse para saber si la sartén es saludable o no es el material del que está hecho. Cada material ofrece características diferentes y cualidades diferenciales. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha analizado los materiales de los que están hechas las sartenes del mercado y han elaborado una lista de los más saludables. Estas son las sartenes más saludables.

  • Sartenes cerámicas: esta es la última novedad en el mercado de las sartenes. Mediante la tecnología sol gel, cuentan cn un recubrimiento cerámico como sustitución al recubrimiento PTFE o teflón. El punto más positivo de estas sartenes es que no contienen estos dos últimos materiales que son contaminantes persistentes. Las sartenes cerámicas son más sostenibles y más respetuosas con el medio ambiente, a igual que para nuestra salud. La parte negativa de esta novedad es que requieren un proceso de fabricación realmente complejo por lo que no son tan eficaces en antiadherencia ni resistentes al uso.
  • Sartenes antiadherentes de teflón: las sartenes con recubrimiento antiadherente está hecho a base de politetrafluoroetileno (PTFE), más conocido como teflón. Este material tiene propiedades antiadherentes muy eficaces y, además, son impermeables y tienen una gran resistencia térmica. El teflón es un material no tóxico. La mayoría de las sartenes antiadherentes son de aluminio aunque existen algunas de acero o de acero inoxidables. Usar sartenes de teflón es seguro en términos de salud, pero es un material que tiene un gran impacto sobre el medo ambiente, ya que en el proceso de fabricación se emplean sustancias surfactantes de la misma familia de PFAS realmente contaminantes. Además, en 2023 la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA) solicitó la prohibición del uso de todas las sustancias PFAS, por lo que estas sartenes estarían limitadas.
  • Sartenes de hierro fundido: este tipo de sartenes, muy comunes antiguamente, se vieron sustituidas por la popularidad de las sartenes de teflón. Pero, en los últimos años han vuelto a la escena por las limitaciones de las PFAS. La sartén de hierro fundido son sartenes pesadas, de difícil manejo en la cocina y no recomendables sobre una placa vitrocerámica. Requieren un trabajo de preparación de la superficie que se denomina 'curado' y consiste en crear una capa de grasa con el uso que hará que los alimentos no se peguen. Quien consigue manejar correctamente este tipo de sartenes, las valoran como útiles y destacan que son realmente buenas para cocinar carnes y verduras.
  • Sartenes de acero inoxidable: estas sartenes son difíciles de limpiar aunque son realmente resistentes. Son las más comunes entre los cocineros profesionales porque dan un toque profesional. Suele tener un fondo difusor de aluminio y el mango suele ser también de acero inoxidable. Generalmente, son sartenes aptas para el lavavajillas y para el horno. Algunas tienen un recubrimiento antiadherente, de teflón o cerámico, por lo que no requieren un uso excesivo de aceite.
 
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