Simone Biles se cuelga su primer oro en la final de gimnasia artística por equipos

El regreso de Simone Biles a una final olímpica se ha saldado con una medalla de oro colgada en su cuello. Ha sido por todo lo alto, después de una final por equipos en la que Estados Unidos fue muy superior a todas sus rivales en los cuatro aparatos. Con un total de 171.296 puntos han quedado por encima de Italia y de Brasil, que se han subido al podio.

Octava medalla para Biles que ha liderado a su equipo durante toda la jornada. No hay nadie como las estadounidenses en la final por equipos de la gimnasia artística. Siete veces de forma consecutiva se han consagrado campeonas mundiales y aunque Tokio supuso el triunfo de Rusia sobre las americanas, la imposibilidad de participar como equipo ha liberado el camino para las yankees, que con júbilo han celebrado este triunfo colosal. Las banderas de Estados Unidos inundaban una grada completamente entregada a Simone Biles y a las suyas, que pueden gritar bien alto que son campeonas olímpicas en París 2024.

Simone Biles ha asombrado al pabellón parisino como una auténtica estrella de cine. La tejana de tan solo 27 años fue la más ovacionada en lo que era su regreso a una final olímpica desde que abandonase por razones de salud mental la competición en Tokio 2020. La gimnasta más laureada de la historia, con cinco oros olímpicos y con movimientos que llevan su nombre, añadió su octavo metal para agrandar su leyenda. "Un icono en vías de redención", tal y como la ha definido el diario francés L'Équipe, ha liderado un equipo en el que sería injusto no nombrar a las otras campeonas olímpicas como Jordan Chiles, Jade Carey, Sunisa Lee y la adolescente Hezly Rivera. Son campeonas olímpicas de manera incontestable, con más de cinco puntos por encima de las italianas y sin ver casi como rivales a las brasileñas que han celebrado como nadie su bronce, gracias a su mejor gimnasta

Este cinco oro no es una medalla cualquiera. Supone el metal del que puede sentirse más orgullosa Simone Biles. Su adiós en Tokio supuso un auténtico terremoto a nivel deportivo y mundial. Ubicó los problemas de salud mental dentro del deporte, en un lugar que nunca nadie se había atrevido a situar. La estadounidense fue víctima de los calificados como twisties. Algo que ocurre sucede cuando los deportistas pierden el sentido del espacio y de la dimensión cuando están girando en el aire. Cabeza y cuerpo se desconectan. La tarde de este martes en estos Juegos Olímpicos, en cambio, conectó por completo a cada una de las integrantes del equipo estadounidense con la medalla de oro que estaban predestinadas a ganar. Por Simone, por la salud mental y por todas las víctimas del infame Larry Nassar.

Estos últimos años han sido también un periodo de testimonios en contra del que era médico del equipo olímpico de Estados Unidos, que se demostró como durante décadas abusó de más de 200 gimnastas. Entre ellas, Simone Biles. También va por todas ellas y es por ello que este metal no significa uno más a la lista. Francia y todos los Juegos Olímpicos son conscientes de la importancia del momento histórico que están viviendo desde el Arena Bercy. Las estrellas de la gimnasia mundial brillan, pero nadie lo hace a más intensidad y cómo lo logra hacer la gimnasta Simone Biles.

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