Annie, Billy, Matilda: los niños que han marcado el teatro musical
Descubrimos cómo ensaya un elenco de setenta niños o cómo se diseña una escenografía para cuerpos diminutos, con los actores Carlos y Elisa Hipólito, padre e hija; el director de 'Los chicos del coro', Juan Luis Iborra, y el escenógrafo de 'Matilda' Ricardo Sánchez Cuerda
¿Por qué cantan? | Annie, Billy, Matilda: los niños que han marcado el teatro musical
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Madrid
Billy Elliot, Matilda, School of rock, Charlie..., El rey león, La historia interminable, Los chicos del coro... en los últimos la cartelera está plagada de musicales con niños. Tanto que la temporada pasada se decía que no se veían niños jugando por las calles porque todos estaban en los escenarios de los teatros interpretando algún musical.
Más niños, más emoción
Cuando los autores y, sobre todo, los productores de musicales descubrieron que la presencia de los niños era una baza interesante en el impacto emocional de sus obras —y en los resultados de taquilla—, los incorporaron inmediatamente al escenario. Al principio, tímidamente, en papeles secundarios que, aunque tuvieran relevancia en la historia, no exigían la presencia de los niños en más de una o dos escenas. Es el caso de South Pacific (1949), basado en el libro Cuentos del Pacífico sur de James A. Michener. Pero los niños fueron ganando presencia en Sonrisas y lágrimas (1959), Oliver! (1960), Annie (1977), Billy Elliot (2000), Matilda (2011)... en una carrera imparable hacia los corazones del público.
En este recorrido musical en el que descubrimos cómo se ensaya a un elenco de setenta niños, qué formación reciben o cómo afecta su presencia al diseño de la escenografía, nos acompañan los actores Carlos y Elisa Hipólito, padre e hija y también compañeros de escena en varios musicales; Juan Luis Iborra, director de Los chicos del coro; y Ricardo Sánchez Cuerda, arquitecto y escenógrafo de Matilda, entre otros.