Sociedad

Un estudio revela cómo el estrés humano daña la salud de los perros

La Universidad de Bristol (Inglaterra) ha revelado cómo afecta esto de manera negativa en las mascotas

Una turista refresca a su perro en una fuente de Córdoba. Archivo. / Salas (EFE)

Una turista refresca a su perro en una fuente de Córdoba. Archivo.

Madrid

Los perros experimentan un contagio emocional a causa del olor del estrés humano, lo que les lleva a tomar decisiones más "pesimistas", según un reciente estudio realizado en la Universidad de Bristol (Inglaterra) y se ha publicado en Scientific Reports.

Los investigadores de la Facultad de Veterinaria de Bristol han investigado si los perros experimentan cambios en su estado emocional y de aprendizaje en relación a los olores que producen estrés o relajación en los seres humanos.

El equipo ha utilizado una prueba de "optimismo" o "pesimismo" en animales, basado en que las elecciones "optimistas" o "pesimistas" de las personas indican emociones positivas o negativas, respectivamente.

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Los investigadores han reunido a 18 parejas de perros y dueños diferentes para que participaran en una serie de pruebas con diferentes olores humanos. Durante las pruebas, se entrenó a los perros para que, cuando se colocara un recipiente de comida en un lugar, contenía una golosina, pero cuando se colocaba en otro lugar, estaba vacío.

Una vez que un perro aprendió las distintas ubicaciones de los recipientes de comida, era más rápido en acercarse al lugar con una golosina que al lugar vacío. Luego, los investigadores probaron la rapidez con la que el perro se acercaba a ubicaciones ambiguas para recipientes que se encontraban entre los dos originales.

Los investigadores descubrieron que el olor provocado por el estrés hizo que los perros se acercaran lentamente a la ubicación ambigua del cuenco más próximo, un efecto que no se observó con el olor relajado. Estos hallazgos resaltan que el olor provocado por el estrés puede haber aumentado las expectativas de los perros de que esta nueva ubicación no tenía comida, de manera similar a la ubicación cercana del cuenco vacío.

"Los dueños de perros saben la sintonía en la que están sus mascotas con sus emociones, pero aquí demostramos que incluso el olor de un humano estresado y desconocido afecta el estado emocional del perro, su percepción de recompensas y su capacidad de aprender. Los adiestradores de perros de trabajo suelen describir el estrés que se transmite por la correa, pero también hemos demostrado que puede viajar por el aire", ha destacado la doctora Nicola Rooney, profesora titular de Vida Silvestre y Conservación en la Facultad de Bristol.

 
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