Muere a los 90 años la escritora Rosa Regàs

La escritora y editora Rosa Regás ha muerto este miércoles a los 90 años en su residencia de la localidad ampurdanesa de Llofriu (Girona), según ha podido confirmar la Cadena SER. Nacida en Barcelona el 11 de noviembre de 1933, durante su larga trayectoria fue directora de la Biblioteca Nacional de España y ganó galardones como el Premio Nadal o el Premio Planeta. También trabajó como traductora en las Naciones Unidas.

Entre su amplio repertorio de libros publicados destaca la novela Memoria de Almator o Azul, por la cual recibió el Premio Nadal y le dio a conocer entre el gran público. También escribió Luna lunera y La canción de Dorotea.

Antes de dedicarse a la escritura, Regàs trabajó en la editorial Seix Barral, de 1964 a 1970, año en el que fundó la editorial La Gaya Ciencia, sello en el que aparecían libros de literatura, política, economía, filosofía, poesía y arquitectura; las revistas Arquitecturas Bis y Cuadernos de la Gaya Ciencia (1976) y Ediciones Bausán, dedicada a literatura infantil.

Además de su actividad editorial y literaria, con más de una veintena de libros, Rosa Regàs había trabajado como traductora para las Naciones Unidas en Ginebra y también fue directora de la Biblioteca Nacional de España de 2004 a 2007.

Su notoriedad pública se hizo mayor cuando publicó su libro memorialístico "Diario de una abuela de verano. El paso del tiempo" (2004), que recogía su experiencia vivida en una masía ampurdanesa en convivencia durante las vacaciones escolares con sus nietos. El texto fue llevado a la pequeña pantalla por TVE en la serie "Abuela de verano", en la que Rosa Maria Sardà intepretaba a Regàs.

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Su última novela fue Música de cámara, aunque en los últimos años había escrito más ensayo, como Contra la tiranía del dinero y Una larga adolescencia. El pasado mes de junio, Rosa Regàs presentó en su masía de Llofriu el libro de memorias Un legado. La aventura de la vida, basado en entrevistas con la periodista Lídia Penelo.

El último editor de Rosa: "Fue una mujer insobornable"

Ernest Folch, uno de los últimos editores de Rosa Regàs, ha pasado por los micrófonos de 'Hora 25' y ha recordado cómo era Rosa: "La definiría como una mujer insobornable. Tuvo la capacidad de defender las mismas ideas desde que tenía 18 años hasta los 90 años. Se mantuvo fiel a esta idea tan elemental que es las ganas de cambiar el mundo. De dejarnos un mundo mejor, al menos en el terreno de las ideas y de la lucha. En esto Rosa fue única".

En este sentido, preguntado por su aportación a la literatura, Folch ha señalado: "Aparte de una obra vibrante, apasionada y original, aporto algo que es esta mezcla tan difícil entre literatura y vida. Ella consiguió que todas sus vivencias formaran parte de su obra. Esto fue posible porque su vida fue su gran obra, así como el desarrollo de sus ideas. Esta convergencia entre vida y obra es uno de sus grandes legados".

Sobre el motivo por el cual empezó a escribir ya con una edad avanzada, Folch ha señalado que ella siempre ha explicado que "los primeros años de su vida se dedicó a vivir y a partir de la segunda mitad se dedicó a escribir, algo que como metodología no está nada mal. Decía siempre que era una de las mujeres que primero se divorciaron en España, cuando divorciarse era posible lo hizo a una edad muy temprana en búsqueda de su propia libertad. Es el caso de una mujer profundamente libre, algo que le costó disgustos, pero esta conquista de la libertad le trajo a Rosa mucha felicidad. Esto fue en lo que ocupó la primera parte de su vida. Posteriormente, empezó a escribir con mucha frecuencia, recogiendo lo que había aprendido en esta primera parte de la vida".

Por último, cuestionado por si Rosa tenía un libro favorito, ha indicado: "Rosa tenía mucho cariño a Azul, a Luna Lunera, y también mucho a este último libro que sacó, porque la primera vez que se atrevía a escribir algo parecido a unas memorias. Aunque es muy aventurado usar esta palabra que a ella no le gustaba, porque decía que su vida se podía encontrar en sus obras. Estaba muy orgullosa de los libros que recogían capítulos importantes de su vida".

El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha mostrado sus condolencias en un mensaje en su cuenta de X: "El legado vital y literario de Rosa Regàs es un ejemplo de ironía, audacia intelectual y compromiso con la sociedad. Nos deja una gran escritora, ve libre de tantas mujeres en tiempo de silencio, tan admirada como íntegra en sus convicciones. Hasta siempre".

Por su parte, la editorial Planeta, también le ha dedicado unas palabras de adiós: "Nos ha dejado nuestra querida amiga, escritora, editora y traductora, Rosa Regàs, Premio Nadal (1994) y Premio Planeta (2001). Descansa en pau, estimada Rosa! Siempre te recordaremos y estaremos agradecidos por tu trabajo en el mundo de la cultura".