Amenazas con cuentas falsas en redes o ataques parlamentarios: la ultraderecha sueca provoca una oleada de odio contra la prensa en el país

Madrid

Tácticas de intimidación, presiones en las redes sociales con decenas de cuentas fantasmas que defienden su ideología extremista y virulentos ataques parlamentarios que están poniendo en tela de juicio con sus discursos de odio racistas a una de las nacionales reconocida internacional por ser un bastión de tolerancia e igualdad y con niveles muy altos de confianza en sus medios de comunicación e instituciones políticas.

Los periodistas suecos que cubren política nacional han empezado a temer por su seguridad, e incluso alguno tiene que llevar protección. Las cuentas fantasma que ha creado el grupo ultra en las redes sociales se dedica a la desinformación y fomentar los discursos de odio. El partido coordina ataques anónimos contra oponentes políticos, incluso contra parlamentarios del partido conservador a quienes considera poco leales a la causa de los Demócratas de Suecia.

Cuando se presentaron las pruebas contra ellos, el líder de los Demócratas Suecos, Jimmie Akesson, se negó a disculparse y lanzó un feroz ataque contra los medios de comunicación. En Suecia gobierna una coalición conservadora con el apoyo parlamentario de los ultras, y aunque el primer ministro Kristersson condenó lo de las cuentas anónimas de internet posteriormente dio marcha atrás y atacó a la oposición.

Sin sanciones contra los Demócratas de Suecia

Los jueces no han decretado sanciones contra los Demócratas de Suecia y eso les ha dado alas y mas seguidores. El dicho de "si es tendencia es verdad" se aplica a ellos perfectamente. La sociedad sueca se ha basado en lo colectivo, en un estado de bienestar tradicional cuyos cimientos eran unos altos impuestos que conllevaban buenos servicios a los ciudadanos.

Ahora prima una estructura basada en el individualismo, con la transformación del sistema educativo, cambiando los términos de jubilación y descentralizando el mercado laboral. Han cambiado las reglas para despedir a personas, y las viviendas públicas han empezado a venderse a propietarios privados.

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Los Demócratas de Suecia, como han hecho otros partidos ultra en Europa, culpan de todos los males del país a la inmigración y a los inmigrantes. En las pasadas elecciones europeas, los Demócratas Suecos obtuvieron peores resultados de lo esperado, y sus líderes culpan a los medios de comunicación por sus continuas campañas contra ellos.