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Daniel Ibáñez canta: de Jota de Los Planetas a Miguel Hernández

El actor protagoniza Segundo premio, un musical sobre Los Planetas, Biznaga de Oro en Málaga. Además, interpreta a Miguel Hernández en 'Para la libertad', una obra de teatro con canciones y asesoría de Joan Manuel Serrat, sobre los últimos años del poeta alicantino

Daniel Ibáñez canta: de Jota de Los Planetas a Miguel Hernández

Daniel Ibáñez canta: de Jota de Los Planetas a Miguel Hernández

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Daniel Ibáñez es actor. Nació en Madrid hace 28 años. Le hemos visto en La novia gitana, La valla, El buen patrón, Terminator o también en teatro, Muerte de un viajante, por ejemplo. Ahora protagoniza una de las películas de la temporada, Segundo premio, dirigida por Isaki Lacuesta y Pol Rodríguez. Un musical sobre Los Planetas, ganadora de la Biznaga de Oro en Málaga. Es una mirada al grupo granadino que en los noventa revolucionó la música española. Para Ibáñez ha sido un reto, confiesa, no solo por tener que tocar y cantar en directo, sino por tener que interpretar a un personaje tan conocido de la historia de Granada y de la música de este país. El actor interpreta a Jota, que ha dado su visto bueno a la película.

Segundo premio nos lleva a Granada, a la ciudad de Lorca, el poeta popular que sufrió el fascismo. ¿Qué ha unido Granada y Lorca esta película?

Hay una simbología que Isaki se ha encargado de pergeñar junto a Fernando Navarro. Él está muy unido a la historia de Granada, a Lorca y la historia de nuestra literatura. Y también está muy presente en cuanto al epítome del sacrificio, el epítome de lo artístico y de lo que dejas atrás, parte de la esencia de Granada. Y era muy importante nombrarle dentro de esta historia que tiene tan presente toda la historia y la cultura de Granada.

Es una película que, entre otras cosas, habla de la amistad masculina. ?Crees que la amistad masculina está poco representada en la ficción?

Creo que a veces está muy estereotipada y que hay que romper un poco con eso. El clima y la personalidad de Granada ayuda mucho, porque hay un momento en la película en el que se dice: por dentro se hubieran dado de hostias, pero por fuera eran más secos que un charco en verano. Y hay algo de esto que también entre nosotros contrastaba mucho, porque los chicos son un poco más secos, más granadinos, tienen este carácter un poco más introspectivo y yo soy todo lo contrario. Y nos queremos muchísimo. Esta ha sido una de las formas en las que el cariño no se traduce de una manera predecible, sino que está. Y la película yo creo que habla de eso, del amor entre dos amigos, en este caso hay tres personas, pero sobre todo de dos amigos que no se lo ponen fácil, entre ellos.

Los Planetas: &#039;&#039;No me interesa el arte que es cómplice del sistema, ni los artistas que tratan de trepar&#039;&#039;

De Lorca y Granada a Orihuela, en Alicante, y Miguel Hernández. Para la libertad es una obra de teatro dirigida por Gabriel Fuentes, en la que interpretas a Miguel Hernández. La obra empieza en la Plaza de Madrid a 18 de enero de 1940, Año de la Victoria. Es un recorrido también musical por la vida truncada de Miguel Hernández, con canciones de Serrat, que interpretó sus poemas en dos discos maravillosos. Serrat ha asesorado este montaje. Te acompañan Daniel Molina, el director musical de la Función, y dos actores, Eva Rubio, Pablo Sevilla, que interpretan a varios personajes. Habéis estrenado ya en el Teatro Palacio Valdés de Avilés antes de pasar por Cartuja Center de Sevilla y por el Teatro Marquina de Madrid. ¿Cómo ha sido la acogida en Asturias?

Ha sido fantástico, la verdad. Lo pienso y todavía me emociono, porque ha sido precioso estar allí y estar también rodeado de gente con tanto talento, porque no deja de fascinarte cuando la gente tiene un talento, aunque la conozcas y la quieras. Es lo que para mí han demostrado tanto Eva Rubio; Pablo Sevilla, por supuesto; Daniel Molina, con una dirección musical fantástica; y Gabriel Gabriel Fuentes, que ha hecho un trabajo de dirección para mí muy pormenorizado y muy dinámico, que creo que va a emocionar y va a gustar muchísimo.

¿De dónde surge la idea? O ¿qué hace un chico como tú, de tu generación, recordando al poeta y aquellos años terribles? ¿Qué te fascina de esta bohemia literaria que dices en la obra?

Me pasó cuando fui a ver a Serrat, que me dije qué me liga con esto. Y cuando ves a un grande, que a mí me me intimidaba mucho conocerle, le dije Juan, a mí esto me parece de lo más increíble que he hecho en mi vida, estar aquí contigo. Y de alguna manera siento que estoy relacionado contigo y que esto se relaciona contigo y con Miguel Hernández. Y me dijo: nos pasa mucho y es porque la cultura tiene este poder de hacerte vibrar las cuerdas del corazón y de que lo aparentemente inútil acabe resultando el instrumento más efectivo contra la pérdida de la memoria. En este caso, creo que a Miguel Hernández una de las cosas que más le engrandece es eso, el sacrificio y no haber cedido ante determinadas presiones porque sabía que su legado era importante, igual que lo ha sido el de Serrat.

"Miguel es un poeta combatiente. Él no es como Rafael Alberti o como los otros que iban al frente, leían cuatro versos y volvían a Madrid. Él estuvo allí todo el tiempo, igual que cualquier otro combatiente. Donde más nevaba, donde más frío hacía. Miguel es un luchador". "El valor humano y el corazón de este chico son extraordinarios. En él se juntan el amor y la responsabilidad". ¿Qué has descubierto de Miguel Hernández?

Que tenía una conciencia preclara y que es un ejemplo . Creo que es un poeta, sí, olvidado y que precisamente Serrat se encargó de hacerlo mainstream. Miguel por supuesto que aúna el amor y la responsabilidad, porque estuvo, efectivamente, donde más frío hacía y creo que eso es algo que en esa época no era muy común, no provenía de una clase burguesa. Él no podía estar en otro sitio que no fuera la trinchera y era donde quería estar. Y andando entre sus amigos muertos, era capaz de elaborar esta poesía que partiendo de lo particular, se ha elevado a lo universal de una manera magistral.

Daniel Ibáñez en &#039;Para la libertad&#039;

Daniel Ibáñez en 'Para la libertad' / Cedida

Daniel Ibáñez en &#039;Para la libertad&#039;

Daniel Ibáñez en 'Para la libertad' / Cedida

Sois varios en el escenario, pero el peso de la obra cae sobre ti. Interpretas todas las canciones en directo también, como en la película. ¿Esto ha sido un reto añadido?

Pues la verdad es que sí, siempre lo es cantar, que no es mi, digamos, mi camino natural. Pero es cierto que tanto Eva Rubio como Pablo Sevilla hacen un trabajo brillante, porque pasan por personajes de los que solo se da un retazo en el texto y que Gabriel se encarga de potenciar. De manera que parece como un 'Fellini ocho y medio'. Entre los dos, entre Eva y Pablo, me van haciendo este viaje de un lado a otro, dando bandazos, a modo de Alicia o de una especie de títere. Y Daniel Molina logra reelaborar estas canciones, que tanto están en el subconsciente colectivo de una generación, para acercarlas a una sonoridad y con un pulso más actual y que vibra en función de la narración. El objetivo era eso, darle una vuelta de tuerca a esto y a través de la luz, de Juanjo Llorens, que hace pintura, hace una pintura moderna. Es Alicia en el País de las Maravillas.

Decías que Miguel Hernández es un poeta olvidado, pero leo: "Aunque te paseen y te fusilen y te desaparezcan, lo que no conseguirán jamás será callar tu voz de poeta libre, la belleza de tus textos y de tu corazón". A Hernández, como a Lorca, los mataron, pero han sobrevivido. Decías en una entrevista que el reto de tu generación es hacer cosas que permanezcan y que no se diluyan como un video de YouTube. ¿Son al final inmortales estos versos, esta música?

Sí, sí lo son. Y aquí me toca nombrar a José Velasco y a Okapi, porque nos han dado una oportunidad de que esto permanezca y que, gracias a ellos, haya un peso en esta historia. Y sigo pensando que ese es el reto, dejar una herencia, hoy en día que los valores no están tan claros, que todo está bastante diluido y no solo los valores, los iconos también. El otro día viendo a Serrat, pensaba qué iconos tenemos en nuestra generación, ¿no? Y esto es algo que a mí siempre me ha preocupado, porque creo que la falta de iconos, a veces, o sustituirlos por un beneficio o una acumulación, no tiene mucho sentido, que no va con la esencia del ser humano. Y precisamente tanto Miguel Hernández como Serrat siempre han pretendido hacer vibrar más allá de cualquier tipo de acumulación. Y esa es mi sensación con este viaje, hacer vibrar.

Y además de falta de iconos, no sé si tienes la percepción de que los jóvenes también tienen una cierta falta de memoria entre Youtube y TikTok.

No quiero ser un augur negativo, no me gusta ser un agorero, pero es verdad que pienso que la memoria no es una virtud hoy en día o no se tiene como tal. Y para mí por supuesto que lo es, porque es lo que crea una línea coherente con todo lo que hemos sido y todos los sedimentos que creamos. Y creo que hoy en día, pues bueno, en parte sí, las redes sociales tienen un efecto. Tienen muchos positivos, pero muy negativos también y creo que no se pone el acento en eso. Y es que la memoria es fundamental y no puedes descargar la responsabilidad de tu conciencia en un aparato. Sin ser un agorero, pero creo que es importante. Y el teatro vale para esto, para estar ahí, estar en lo que ves, en lo que sientes y que no haya nada más a tu alrededor.

"Subsistir en el mundo de las letras es una tarea hercúlea", leo también en el texto de la obra. ¿Cómo es subsistir en el mundo de la interpretación hoy, Daniel, una de las profesiones más precarias? Los actores luchando para que se revalorice su sueldo conforme al IPC. Y seguimos sin acuerdo.

Pues es una pena y es una lucha constante. Y cuando tienes una posición de privilegio o la fortuna a tu lado, debes acordarte precisamente cuando hablamos de la memoria de los compañeros y compañeras que lo pasan mal y a los que puedes ayudar. Hay que ayudar, porque creo que es una de las cosas que yo destacaría de Miguel Hernández, que era muy generoso, profundamente generoso en un sentido muy profundo. Era una persona muy entregada y creo que hoy en día, con una profesión tan precaria como la mía, creo que hay que poner un poco el ojo en quien tienes a tu izquierda, a tu derecha, atrás y tenderles una mano. Creo que eso es fundamental. Hay un 90% de paro, es aterrador oír eso. Es aterrador. Por eso creo que desde esa posición de privilegio, hay que ayudar y hay que poner el ojo donde realmente hay que mejorar. Y creo que hay muchas cosas que hay que mejorar.

"Luchamos para que nuestros hijos tengan pan y educación y prosperidad y sanidad y libertad". "A los caciques y a los señoritos nunca ha de faltarles de nada, porque hasta con la guerra hacen negocio. Bueno, sobre todo con la guerra. Porque nunca te olvides que la guerra es un negocio". Al final, en 2024 estamos en las mismas luchas.

Pues sí, es muy doloroso ver lo que está sucediendo en el mundo. Creo que no se puede hacer oídos sordos y sin duda tratar de germinar la bondad, la belleza y el amor a tu alrededor. Y ese es uno de los objetivos de esta obra, alimentar un poco de esperanza a las personas que se quieran dejar entusiasmar por esto, que no es solamente para los que ya conozcan a Serrat sobradamente, sino los que vienen, como nuestra generación o incluso por detrás de la nuestra. Creo que es importante alimentar de esperanza, porque la hay, y creo que a veces una sola palabra o una sola obra de teatro, un solo momento, tienen un poder y tienen una onda expansiva mucho más grande de la que pensamos y hay que dejarse impregnar.

No sé si sembrar la esperanza se vuelve un poco más difícil hoy. Destacaba Eduardo Mendoza que Serrat era un luchador antifranquista comprometido con los derechos humanos, con la libertad, con la democracia. Pero en esta obra se recoge algo que también estamos viviendo con mucha virulencia, leo: "Hay mucho odio. Y mucha violencia...". "Pero eso no va a cambiar nunca. La vida siempre ha sido así y así va a seguir siendo, hay mucha violencia y la gente es muy mala". "Hay algo más, hay un odio que flota en el ambiente que va mucho más allá. Injusticias siempre ha habido, pero lo que hay ahora es diferente. Esto es un ajuste de cuentas". "Lo que está pasando en España es algo muy serio como para tomárselo a la ligera". "Yo lo que peor llevo es que no nos dejen ni tener libros. Todo está prohibido, ni novelas, ni poesía, ni periódicos… Y eso que todo pasa antes la censura y la recensura". ¿Te preocupa estos tiempos que vive hoy la cultura con la censura?

Hay personas, como Serrat, que han luchado tan fuerte por que haya ciertos derechos. Pienso que no puedes dar por hecho nada de lo que hay hoy en día. Creo que mi generación a veces también adolece un poco de eso. Yo mismo adolezco de eso, que es pensar que lo que tienes no se va a mover porque siempre ha estado ahí. Y no, no siempre ha estado ahí. Y créeme que puede estar cerca de que no vuelva a estar. Entonces pienso que esta obra también es esto, es darte cuenta de esto. ¿Hace cuánto pasó? Hace nada, realmente. Pongamos también un poco la mira ahí. Defender que no nos prohíban tener libros, que no nos prohíban tener poesía, que el miedo no entre en nuestras vidas, porque es la mayor arma para dominar las mentes y los corazones de las personas. El miedo que desaparezca. Mi abuela decía miedo al miedo, pues miedo al miedo.

Has hecho cine, has hecho televisión, has hecho algo menos de teatro, ¿qué te aporta el teatro?

Uf, muchísimo, muchísimo. Estudié teatro y la RESAD es la escuela en la que me formé. El teatro para mí es muchísimo. Hay veces que se dice que es el hermano menor del cine, porque bueno, económicamente es un poco más endeble, la estructura teatral en este país. Es una de las luchas que también hay que tener, porque el teatro es importantísimo, te da algo que no te pueden dar otros elementos artísticos, que es el directo, es el presente, lo que lo que está sucediendo. Nadie lo va a cambiar. Eso ha sido tu sensación, la tienes ahí, guárdatela en el corazón porque va a ser para siempre. Y salir del teatro removido, conmovido, para mí es vital. Qué te voy a decir yo, para mí lo es todo el teatro.

Daniel Ibáñez en La Hora Extra

Daniel Ibáñez en La Hora Extra / Daniel de la Fuente

Daniel Ibáñez en La Hora Extra

Daniel Ibáñez en La Hora Extra / Daniel de la Fuente

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