Hace casi 37 años de uno de los secuestros infantiles más sonados de la historia de España, el de Mélodie Nakachian, un caso que desconcertó a la sociedad española en su época siendo uno de los que más impactó a la opinión pública durante los años 80. La niña, que por aquel entonces tenía cinco años, fue raptada en Estepona (Málaga) el 9 de noviembre de 1987 y vivió 11 días de cautiverio que sus padres, el millonario empresario libanés Raymond Nakachian y la princesa y cantante surcoreana Kimera, pasaron con sufrimiento y nervios. Un secuestro seguido minuto a minuto en todos los medios de comunicación del país y sobre el que «La Sexta» emite un programa de «Anatomía de...» con la periodista Mamen Mendizábal explicando las claves del suceso. El reportaje trata de analizar los componentes que hicieron del secuestro de Mélodie un suceso de transcendencia informativa sin precedentes en España, ya que fue uno de los casos de raptos más sonados de los años 80 y todas las televisiones, radios y diarios del país estuvieron 11 días pendientes al minuto de las novedades que iban surgiendo sobre el paradero de la pequeña. Varios periodistas que cubrieron el tema acompañan a Mamen Mendizábal en este programa que desgrana las claves del suceso de principio a fin. El programa comienza a las 21:30 horas en «La Sexta» y reúne a periodistas como Cruz Morcillo o Georgina Cisquella para analizar los detalles del secuestro que paralizó a un país entero. El reportaje hace hincapié en la importante figura del padre de la pequeña Mélodie, Raymond Nakachian. El libanés era un conocido multimillonario con mucho poder en la Jet Set marbellí que fue relacionado con las peligrosas mafias de la Costa del Sol. Por su parte, su madre Kimera era una cantante de pópera heredera de una dinastía surcoreana. El caso del secuestro de Mélodie tenía todos los componentes para ser una historia de interés nacional y casi 37 años después del suceso todavía muchos se preguntan qué ocurrió exactamente y dónde están ahora la niña y sus padres. La pequeña Mélodie fue secuestrada en la localidad malagueña de Estepona cuando su hermano la llevaba al colegio por unas personas armadas pertenecientes a una banda criminal. Cuatro hombres encapuchados abordaron a la niña de tan solo cinco años el 9 de noviembre de 1987 inciando un cautiverio de once días que fue frenado gracias a la minuciosa operación de rescate ideada por los agentes del Grupo Especial de Operaciones de la Policía Nacional (GEO), que localizaron a la niña en un apartamento de Torreguadiro (Cádiz). Los secuestradores pidieron un rescate de 13 millones de dólares, sabedores del poder e influencia de su padre, Raymond Nakachian, en la Jet Set de Marbella. Nakachian era un millonario asiduo a las lujosas fiestas de la ciudad malagueña. El polémico empresario estuvo siempre relacionado con la venta de armas y la actividad mafiosa de la Costa del Sol hasta su muerte en 2014. La madre de Mélodie es aún de más alta estirpe. Kimera, que sigue viviendo en la actualidad en la Costa del Sol, pertenece a la dinastía surcoreana de los Simla. No solo es su sangre real la que la hace una mujer relevante, sino también su talento artístico. Es cantante y pionera del estilo musical de la pópera, una especie de fusión entre el pop y la ópera, también conocida como pop operístico. El rescate en el piso de Torreguadiro, a apenas 20 kilómetros del domicilio familiar de Mélodie, se produjo gracias a que los agentes de los GEO consiguieron interceptar en Torremolinos una cartera que les permitió llegar hasta los secuestradores con una minuciosa operación policial. El cuerpo de operaciones especiales logró encontrar varias agendas con teléfonos de ciudadanos franceses, lo que les permitió abrir diligencias del caso en la Fiscalía de la localidad de Creteil, al sur de París, para poder detener a los miembros de la banda hispano francesa. El grupo de crimen organizado que secuestró a la niña estaba liderado por el francés Jean Louis Camerini, que fue sentenciado en el juicio como el cerebro de la operación y el responsable de la comunicación de mensajes anónimos con la familia de Mélodie. La sentencia del juicio lo condenó en enero de 1992 a veintiún años y cinco meses de cárcel, de los que solo cumplió un tercio antes de volver a ser detenido en 2003 por un atraco a mano armada en Bayona, al sur de Francia. Los agentes detuvieron en total a 13 personas en la operación, la mayoría de ellas de nacionalidad francesa. Dos de los arrestados eran Jean-Pierre y Nadie Santoul, padres de un compañero de clase de Mélodie, que se acercaron a los Nakachian tras el secuestro fingiendo su preocupación por el rapto para conseguir sacar información y vendérsela a los secuestradores, que tenían la intención de secuestrar también a su hermano pequeño Amir para conseguir más dinero de rescate. Mélodie Nakachian lleva apartada de la vida pública desde su agónico rescate y sus padres se alejaron de los medios con ella. Raymond murió en 2014 a los 82 años a consecuencia de una enfermedad que le fue diagnosticada apenas cuatro meses antes de su fallecimiento, mientras Kimera sigue viviendo en la costa malagueña alejada de la vida pública. Desde su secuestro, la vida de Mélodie, que ahora tiene 42 años, ha sido más bien tranquila. Continuó con sus estudios en España y fue a la Universidad de Saint-Louis de Madrid, una entidad privada, católica y filial de la universidad homónima de la ciudad de San Luis en Misuri (Estados Unidos). Gracias a que nació en Las Vegas, Mélodie posee la nacionalidad estadounidense y actualmente reside en el país norteamericano, donde trabaja como psicóloga infantil.