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El Festival de Cannes surfea todas las polémicas: de un posible 'Me Too' a la huelga de trabajadores

El certamen, que congregará a pesos pesados como Francis Ford Coppola, Kevin Costner, Meryl Streep o Demi Moore, lidia con los empleados que piden mejores condiciones al ministerio de Trabajo y crecen los rumores sobre una posible investigación periodística sobre los abusos en el seno de la industria

Últimos preparativos antes la apertura de la edición número 77 del Festival de Cine de Cannes. EFE/Edgar Sapiña Manchado / Edgar Sapiña Manchado (EFE)

Últimos preparativos antes la apertura de la edición número 77 del Festival de Cine de Cannes. EFE/Edgar Sapiña Manchado

Cannes

El Festival de Cannes nunca ha sido ajeno a la actualidad, ni a las polémicas. Ese lema, de origen feminista, que asegura que lo personal es político, ha estado siempre de relieve en el certamen francés que, de hecho, surgió para contrarrestar la fuerza cultural que tenía la Mostra de Venecia dominada por el régimen de Mussolini. El Mayo francés, la Guerra del Golfo, la crisis económica de 2008, el Me Too, la guerra de Ucrania… Todo se ha colado de manera directa o indirecta en el festival que este año tiene varios focos mediáticos y políticos. "No queremos polémicas, las evitamos", decía Thierry Frémaux, en la tradicional rueda de prensa previa al inicio del certamen, a la vez que añadía: "La política está en la pantalla en Cannes".

El primero de ellos tiene que ver con la estructura misma del evento. El colectivo ‘Bajo las pantallas, la miseria’, que forman trabajadores culturales franceses ha anunciado una huelga en pleno festival para denunciar la precariedad que viven. Llevan años protestando, de hecho llegaron a poner en jaque hace años el Festival de Aviñón, pero ahora la protesta parece ir más allá. La causa es que no están amparados en el Estatuto del Arista francés, pese a que sus contratos tengan la misma intermitencia que la de artistas y técnicos del mundo de la cultura. De modo, que como ocurre con muchos trabajadores culturales en España, no pueden acceder a los subsidios por desempleo. Además, de que su salario es cada vez más precario, tal y como denunciaron en una carta emitida a la prensa estadounidense.

“La apertura del Festival de Cannes tendrá un gusto amargo para nosotros esta vez”, apuntó la agrupación. Sin embargo, aclararon que la intención no es suspender el evento del ‘séptimo arte’, aunque sí alterará su funcionamiento tradicional. Eso podría afectar al subtitulado de las películas, a la taquilla, a los trabajadores que atienden a la prensa, incluso a los operadores de proyección. "No hay ningún festival en Francia que pueda hacerse sin la participación de los trabajadores, técnicos muy cualificados", reconocía Frémaux. "Estamos en proceso de hablar con ellos, tenemos colegas aquí que trabajan cada día y reclaman ese status,una mejor condición salarial y profesional". Sin embargo, asegura que solo pueden actuar de intermediarios, presionando, pues es una cuestión que compete al ministerio de Trabajo francés. "No tenemos los medios para decidir, pero esperemos que el ministerio avance".

El segundo tema que inquieta a la organización pasa por el Me Too. Varios medios franceses han publicado que en pleno festival saldrán informaciones sobre posibles casos de abuso sexual y violencia contra las mujeres en el seno de la industria. Le Figaro habló con Iris Iris Knobloch, presidenta del festival, que aseguró que estaba en máxima vigilancia y que ya han elaborado un plan de comunicación. Sin embargo, Thierry Frémaux aseguraba en la rueda de prensa de este lunes en Cannes que él no había hablado con nadie y por lo tanto no podía comentar esas declaraciones.

El cine francés ha tenido varias revelaciones sobre violencia sexual en la industria esta temporada. Gérard Depardieu está siendo investigado por violación y agresión sexual, mientras que los directores Jacques Doillon y Benoît Jacquot han sido acusados por Judith Godrèche y otras mujeres de violación y agresión sexual. En la ceremonia de entrega de los premios César, la actriz pronunció un discurso denunciando el carácter sistémico de este tipo de violencia en el mundo del cine. Precisamente, Godrèche presentará su corto Moi Aussi (Yo también) en la primera jornada del Festival de Cannes donde ahonda en su propio caso. "Creíamos que Un certain regard era el espacio ideal para incluir la película, pues en la inauguración en la Sala Debussy se genera seimpre un curioso diálogo. Es un corto que ha rodado en un solo día y que cuenta con miles de testimonios", explicaba el director del festival.

Por último, tras la polémica en Eurovisión con Israel y la escalada de manifestaciones y acampadas pidiendo el alto al fuego en Gaza, el certamen no tendrá más remedio que posicionarse ante la situación en la franja. Un tema polémico en Francia. Si con la invasión de Rusia en Ucrania, el certamen acogió a directores ucranianos y se involucró con la situación, de momento, sobre los bombardeos a la población palestina no han hecho ninguna declaración. Por cierto, en la sección paralela, la Quincena de Realizadores, se proyectará la única película palestina del certamen. Por otro lado, en Cannes Premiere veremos La Belle de Gaza, documental realizado por Yolande Zauberman, directora judía que cuenta la huida de una mujer trans de Palestina a Tel Aviv. Frémaux evitaba hablar sobre polémicas en este sentido. A la pregunta de un periodista israelí sobre qué iba a hacer el festival para proteger a los israelíes de las manifestaciones que piden que cesen los bombardeos contra niños, mujeres y población civil en Gaza, el máximo responsable de Cannes cortaba la pregunta diciendo que no había habido aún tales manifestaciones. El mismo periodista trataba de inferir que el festival había evitado poner películas israelíes en competición oficial. "Son las películas las que deciden estar en la selección", repetía Frémaux.

Otra cuestión política que afecta al festival es la condena a ocho años de cárcel y latigazos de uno de los directores en competición por la Palma de Oro, el iraní Mohammad Rasoulof. "Es una película sobre cómo la dictadura iraní destruye a las familias. El hecho de que esté se debe a motivos técnicos y artísticos, pero con su presencia Cannes ya está hablando". Mientras Frémaux pronunciaba estas palabras, el cineasta huía de Irán. después de ser sentenciado a ocho años de prisión y latigazos. “Hace aproximadamente un mes, mis abogados me informaron de que mi condena a ocho años de prisión había sido confirmada en el tribunal de apelación y que se ejecutaría en breve. Sabiendo que la noticia de mi nueva película se conocería muy pronto, supe que, sin duda, a esos ocho años se añadiría una nueva condena. No tenía mucho tiempo para tomar una decisión. Tenía que elegir entre la cárcel o irme de Irán. Con el corazón encogido, elegí el exilio”.

También recordemos habrá película sobre Trump, ¿tendrá influencia en las elecciones norteamericanas?, le preguntaban a Frémaux. "¿Acaso tuvo influencia la Palma de Oro de Michael Moore en la reelección de George Bush? No lo creo". Se refería a The Apprentice, película de Ali Abbasi sobre el auge de Donald Trump al que interpreta el que fuera Capitán América para Marvel, el actor Sebastian Stan. Habrá política europea con The Rumours, película fuera de concurso, pero que promete hacernos ver a Cate Blanchett como Ursula Von der Leyen.

La reflexión sobre América estará en una de las películas más esperadas, la que es, sin duda, la gran atracción es, sin duda, Francis Ford Coppola vuelve con Megalópolis, su propia visión de Estados Unidos, en un intento de adaptar La Conjuración de Catilina de Salustio al cine. Una película por la que tuvo que vender todas sus posesiones, para poder financiarla, y que, de momento, no tiene distribución en Estados Unidos. Sin embargo, desde que se anunció que competiría por su tercera Palma de Oro, la película ya ha logrado venderse a Francia, Italia, Alemania y a España, donde será Tripictures quien la lleve a los cines. En ese sentido, veremos el western de Kevin Costner, Horizon.

Siguiendo con nombres de estrellas que pisarán la alfombra roja, estará Meryl Streep, de las primeras en llegar, que viene a recoger su Palma honorífica. Todo eso con permiso de Furiosa, nueva entrega de la saga Mad Max, de George Miller, que traerá a Anya Taylor Joy y a Chris Hermsworth. Yorgos Lanthimos repita con Emma Stone en Kind of Kidness, después de ganar el Léon de Oro en Venecia con Pobres criaturas. Y David Cronenberg junta a Vincent Cassel y Diana Kruger en The Shrouds. Hasta Sorrentino tiene estrellas, Gary Oldman es el protagonista de Parthenope. La francesa Coralie Fargeat ha fichado para su body horror a Demie Moore y a Margaret Qually y el francés Jacques Audiard reúne en la frontera mexicana a Zoe Saldana, Edgar Ramírez y Selena Gómez, junto a la actriz española Karla Sofía Gascón, única representante en sección oficial, junto a Juan Antonio Bayona en el jurado.

El cine español estará en secciones paralelas, como en la Quincena, donde Jonás Trueba estrenará Volveréis, una comedia con Itsaso Arana y Vito Sanz, donde una pareja decide separarse y organizar una fiesta para celebrarlo, ante la incredulidad de familia y amigos. Y en la Semana de la Crítica, Elena López Riera presenta Las novias del sur, un mediometraje sobre mujeres, madres y novias. Por la Croissette paseará también Montxo Armendárix, pues su ópera prima, Tasio, ha sido seleccionada en Cannes Classic, sección que muestras las mejores restauraciones del cine mundial. Cannes es siempre también el lugar del mercado, donde se compran y se venden, películas, guiones y proyectos. Donde se fichan destinos de rodaje y donde las diferentes cinematografías sacan pecho. España estará presente en el Marché du filme, como viene siendo habitual con el gobierno de coalición.

Por supuesto, Cannes es el espacio soñado para todo cinéfilo. Aquí se ven las películas antes que en ningún sitio, sus directores se enfrentan a las ruedas de prensa, cada vez más llenas de fans que de informadores, y se viven momentos irrepetibles. Por ejemplo, se proyectará el corto que Godard estuvo rodando hasta el día antes de morir. O se verá a Chiara Mastroiani convertida en su padre, Marcello, en una película que reúne también a Catherine Deneuve. Todo esto si la huelga no lo impide. Por cierto, que también pasará por la alfombra roja la llama olímpica. No hay sarao, ni polémica que quiera perderse este festival.

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Pepa Blanes

Pepa Blanes

Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Análisis Sociocultural...

 
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