Posicionar la gastronomía española en el mundo, pero también en casa

Madrid

"La gastronomía es uno de nuestros principales atributos", dice Luis Suárez de Lezo sobre la imagen de España en el extranjero. La Real Academia de la Gastronomía, que él preside, asesora a la Administración en todo lo relativo a este campo y, entre otras responsabilidades, asume la de contribuir a que el país tenga una buena reputación en el extranjero. Frente a modelos como el de la Academia Italiana della Cuccina —con sede en varios países— o el francés —"son referentes para todo el mundo", cuenta—, el académico reconoce que, cada vez más, la presencia de la cocina española en el extranjero crece y se cuida.

Aunque la situación es hoy mejor que hace años, Suárez de Lezo habla de tareas pendientes en lo que al cuidado de la gastronomía nacional en el extranjero se refiere. Las propias embajadas españolas, en ocasiones, no priorizan la calidad de los alimentos que ofrecen, problema que achaca a limitaciones presupuestarias y de contratación. "Si pusieran un gran vino en una recepción, habría gente a la que le parecería muy mal", reflexiona el experto, matizando que algo así sería impensable en escenarios como el francés. No obstante, el cuidado del producto nacional no se reserva solo a este tipo de espacios, sino que también implica observar qué pasa en las calles. Entre las tareas de la Academia, se encuentra la de identificar a los cocineros que llevan los platos españoles a las cartas de otros países. Aunque reconoce la desventaja respecto a otras cocinas, pronostica que la conversación y el tono serán más optimistas en los próximos años.

"Tenemos que ser capaces de generar esa curiosidad"

Luis Suárez de Lezo subraya que la marca país también la construyen las cocinas de los hogares. "Tenemos que ser capaces de generar esa curiosidad y esa necesidad e interés, casi más intelectual que por comer, de cocinar", explica. "Muchos de los problemas que podemos ver en el ámbito de la gastronomía relacionados con el conocimiento de la fruta de temporada o de las recetas tradicionales se solucionarían si la gente cocinase más en casa", cuenta, añadiendo que esa es precisamente una de las tareas que la Real Academia de la Gastronomía pretende abordar.