"Me sentí como un criminal": el entrenador despedido por su relación con una jugadora rompe su silencio

El debate sobre la ética de las relaciones entre jugadores y entrenadores en el mundo del fútbol alcanzó su punto álgido el pasado mes de marzo, cuando la relación entre el entrenador del Leicester City femenino y una jugadora le costó el puesto al técnico, Willie Kirk. Tras varias semanas de silencio, el afectado ha optado por ofrecer su versión de unos hechos de los que se ha arrepentido, arrojando luz sobre cómo la futbolista consiguió convencerlo después de mucho tiempo de insistencia. El "nunca va a suceder" que pensó en primera instancia, como ha comentado en su entrevista con el 'Daily Mail', acabó mutando en un vínculo controvertido: "Sabíamos que estaba mal".

"Creo que la gente en este momento está diciendo 'es un mal entrenador, es un mal esposo, es un mal ser humano'", emprendió en unas declaraciones en las que también pudo por delante su situación matrimonial: "Mi esposa y yo hemos estado separados durante más de un año".

Kirk, incorporado al Leicester en 2022, expuso así cómo comenzó su aventura con una jugadora de su plantilla: "Una de las jugadoras se puso en contacto conmigo fuera del trabajo para expresar sus sentimientos por mí. Dije 'eso es ridículo' y simplemente lo rechacé, eso fue todo", explicó, aunque su posición fue cambiando ante las insinuaciones constantes de ella. "Seguí rechazándolo y dije 'nunca va a suceder, hay un código de conducta'", pero una lesión de la jugadora tiró al traste todas las bombas de humo.

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"Creo que esto es lo que nos lo justificó. Se lesionó al final del año natural y estaba haciendo su rehabilitación lejos del campo de entrenamiento. Justo antes de Navidad, acepté reunirnos a nivel personal. Ella estaba lesionada, así que eso no iba a impedir que yo hiciera mi trabajo porque no podía ser convocada. Obviamente estaba tratando de justificarme a mí mismo, lo que nunca lo hizo correcto, y después de Navidad empezamos a vernos una vez a la semana, así que ella venía aquí, o la semana siguiente yo iba a la suya", amplió el exentrenador de las 'foxes' desde su domicilio. "Llegábamos en la oscuridad, nos íbamos en la oscuridad, claramente porque sabíamos que estaba mal", puntualizó.

Pese a sus intentos de no ser descubiertos, el mayor riesgo que asumieron fue un viaje a Milán en el que incluso planearon viajar en vuelos diferentes: "Cuando volvimos, dijimos: 'Creo que esto ha ido demasiado lejos, a final de temporada o yo me voy del club o tú te vas del club'". Sin embargo, para aquel entonces ya habían sido descubiertos por un miembro de otro club de la WSL, que lo puso en conocimiento del Leicester City y dinamitó su carrera en el club.

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"Es ridículo que yo haya roto el código de conducta"

Tras una reunión con los directivos, Willie Kirk admitió su relación secreta, así como la decisión de cesarlo como técnico del equipo debido a ello. "Me sentí como un criminal", afirmó: "Siento que el club podría haberlo manejado mejor. Sentí que había una falta de coherencia con las investigaciones anteriores".

Aun así, asumió su responsabilidad en este desenlace inédito en la liga inglesa: "Es mi culpa, nunca debí haber hecho nada. Hay un código de conducta, yo estuve involucrado en ponerlo en marcha y en vivir de acuerdo con él en el día a día y tratar de impulsar nuestros estándares, por lo que es absolutamente ridículo que yo sea el que lo haya roto". "Me arrepiento del momento y de mi decisión de tener una relación con una jugadora actual. Es una línea que sabemos que, en el deporte de élite, que no se debe cruzar, pero también sabemos que en la vida cotidiana es una línea que se cruza todo el tiempo", señaló, poniendo sobre la mesa un punto de debate sobre las relaciones afectivas en los entornos laborales.