Buscando a Fito Macías, el mayor narcotraficante de Ecuador, que se fugó de la cárcel de máxima seguridad donde vivía a todo lujo

Madrid

Cuando Fito Adolfo Macías, el líder de los Choneros, —el mayor grupo narcotraficante de Ecuador se fugó de prisión— el gobierno declaró el estado de emergencia en el país y desplegó todos los medios necesarios para recuperar el control de las cárceles del país que estaban en manos de pandilleros. Cuatro meses después, siguen sin localizarlo ni nadie da pistas sobre su paradero, que algunos sitúan en la selva colombiana. La esperanza de que aparezca se centra en que le gusta mucho aparentar, aparecer y estar con su familia, que se encuentra en una localidad al norte de Ecuador. La policía de Ecuador ofrece incluso una recompensa económica por cualquier información válida que lleve a su captura.

En su celda, el líder de los Choneros, cumplía 34 años de cárcel por tráfico de drogas y asesinato. Su fuga se produjo el mismo día en que estaba previsto que lo trasladaran de la prisión de la Regional a una instalación de máxima seguridad.

Su vida de lujo en prisión

A pesar de estar encarcelado, Fito Macías dirigía las actividades de su grupo de narcotráfico y tenía teléfonos móviles en su celda, acceso a internet, mascotas y visitas de mujeres sin restricción. Según explican los medios ecuatorianos, su celda era más una habitación de hotel que la de una cárcel. Incluso se pintaron paisajes en los muros de la cárcel por centro, incluido una imagen de Fito rodeado por dos rifles de asalto. También protagonizó un vídeo musical que produjo personalmente y se filmó dentro de la cárcel. En la canción de exaltaba la figura del capo de la droga como el gran jefe y patrón.

Aun hoy, las autoridades de prisiones no han explicado cómo pudo un equipo completo de grabación acceder a uno de los criminales más conocidos de Ecuador, pero una vez publicado el vídeo de El Corrido del León, como se llama, lleva más de 900.000 visitas en YouTube. Con ello demostró lo corrupto del sistema penitenciario de Ecuador.

La figura de Fito es muy similar a la de Pablo Escobar y la elección entre plata o plomo. O reciben soborno o los fusilan. Los guardias penitenciarios se enfrentan a cárceles superpobladas, sin suficientes apoyos y vulnerables a la presión de las pandillas, que averiguan dónde viven sus familias y con amenazas, a menudo terminando formando parte de sus nóminas.

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Sin poder controlar las prisiones, las autoridades del país comenzaron a clasificar a los nuevos reclusos según su afiliación a pandillas y la de los Choneros, que lidera Fito, es una de las que las autoridades consideran responsables del aumento de la violencia que alcanzó máximos el pasado año con el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio.

La fuga de Fito fue "una vergüenza para el país", dijo la oficina del presidente, pero el reo no estaba preso en una cárcel de alta seguridad.

Muchos en Ecuador dicen que Fito ha buscado refugio en Colombia, donde aún quedan grupúsculos de los grupos insurgentes de la guerrilla, otros que habría intentado llegar a Argentina donde se encontraban su mujer y sus hijos, pero que fueron deportados a Ecuador tras la huida de Fito de la cárcel. Inda Mariela Peñarrieta Tuarez es su mujer, enfermera de profesión de 48 años, y en poco más de cinco años se convirtió en multimillonaria. No esconde en las redes sociales el lujo y la ostentación en la que vive. De su marido, dice que no sabe nada.