Luis Milla, en 'SER Deportivos', tras la sanción al Getafe: "Hay que señalar a los racistas y poder atajarlo de la mejor forma"

En la mañana de este miércoles se ha hecho oficial el cierre parcial del Coliseum por tres partidos tras los gritos racistas producidos en el último partido de Liga entre Getafe y Sevilla. Así lo ha hecho saber el Comité de Disciplina de la Federación de Fútbol tras los insultos de "Acuña, mono" al defensor del conjunto hispalense. Este no fue el único grito xenófobo que se escuchó en el estadio, puesto que el entrenador del Sevilla, Quique Sánchez Flores, con pasado en el Getafe, escuchó gritos de "gitano". A ese cierre parcial, el Comité ha incorporado una sanción económica de 27.000 euros al Getafe.

Tras conocerse esto, Luis Milla charla en 'SER Deportivos' con Pacojó sobre cómo vivió los gritos racistas que se produjeron durante el partido entre Sevilla y Getafe. Además, explica cuáles medidas propondría él en estos casos y analiza la sanción que ha recibido su equipo por parte del Comité de Competición.

La entrevista al completo

¿Cómo os viene esta semana de parón?

"Yo creo que nos recupera ya para el sprint final y pienso que hay que mirarlo por el lado positivo: nos da un poquito de descanso para afrontar todo lo que queda con mucha energía, que va a ser necesario. Después de los años que hemos pasado, te puedo decir que nos da mucha tranquilidad (estar en mitad de tabla), pero no nos hace tampoco sentirnos como unos conformistas ni nada por el estilo. No es nuestra mentalidad y no tenemos que pensar así. Siempre hemos pensado mirar hacia arriba y ojalá que podamos conseguir un par de resultados que nos metan ahí en la pelea".

¿Cómo viviste los incidentes en el Getafe - Sevilla?

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"La verdad es que un poco ajeno. Le preguntamos a Acuña qué había pasado y no nos quiso decir. Le seguimos preguntando y ya nos contó un poco el motivo. Luego ya me enteré un poco por la prensa de lo que había pasado".

¿Cómo calificas la medida del cierre parcial del Coliseum?

"Lo que está claro es que tenemos que erradicar estos comentarios, estas faltas de respeto y estas formas de expresar que tiene la gente. Ya no solo en el Coliseum, si es que ha pasado y si ha sido así, pues hay que atajarlo y en otros campos hacer lo mismo. Esta es la realidad".

Cualquier jugador que está en el campo se ve interpelado de alguna manera, ¿no?

"Sí, sin duda. Por eso te digo que ya no solo en el Coliseum, sino en todos los campos que pase. Es muy desagradable para cualquier futbolista. Por ello, la gente tiene que entender que tiene que ir al estadio a animar, apoyar o silbar a todos, al de raza negra, blanca, de todo tipo. Nos comemos insultos todos los días y no hay que permitirlo porque eso no debe ser lo que se tiene que hacer en un campo de fútbol".

A vosotros ya os pasó con Greenwood...

"Hay casos especiales, pero ya te digo, ese es un poco el día a día del futbolista. Nos comemos insultos cada día. Yo a veces he sido sustituido, me he ido por fuera del campo y he tenido que recorrer medio campo y dan ganas de mirar a la grada y decir qué necesidad de escuchar estas barbaridades cuando no he dicho nada. Se ha normalizado todo y no puede ser, esa es la realidad".

¿Y qué se puede hacer?

"Quizá tiene que ver con la educación de la gente. No sé. Está claro que los insultos más graves son los de racismo y lo que tiene que hacer la gente que está al lado de esa persona es señalarlo y poder atajar esto de la mejor forma. Al final lo paga un estadio porque una persona haya dicho algo así".

¿Un futbolista siente vergüenza con algo así?

"Es una pena que uno vaya al estadio para eso y es una pena que el que lo dijo lo hiciera hacia un entrenador que ha dado tanto al club y que vino en una situación casi límite hace dos años y fue capaz de salvar al equipo. En esta vida hay que ser agradecido".

¿Cómo es jugar con un dedo fracturado y no decir nada?

"Con mucho sufrimiento. Tuvimos que ver la forma en la que podía tirar adelante con esa situación en la que no quería parar. Encontramos la fórmula y, mordiéndome mucho los dientes y aguantando, lo hice. El dedo fue capaz de descansar en Navidad. Se quedó de puertas para adentro y, la gente que sabía la situación, lo agradeció. En los entrenamientos me dolía mucho. Estoy muy contento de que se pudiera solucionar. Por suerte ya estoy bien".

¿Qué pides de aquí al final de temporada para el Getafe?

"Pido esas dos victorias que nos hagan estar ahí de verdad y creérnoslo. Ya te digo, no va a ser por ambición y por ganas del equipo y de los jugadores de poder meternos ahí en la pelea y terminar haciendo una gran temporada".