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Por qué lavarse la cara dos veces es clave para tener una mejor piel, prevenir arrugas y evitar el acné

Desmaquillarse de manera correcta antes de irse a dormir es el paso más importante de cualquier rutina de 'skincare'

Una mujer se lava la cara. Recurso. / nensuria

Una mujer se lava la cara. Recurso.

Madrid

No hay duda de la que la palabra skincare es una de las más empleadas por los jóvenes —y los no tanto— en los últimos años. El cuidado personal vive un momento de auténtico auge y las técnicas para realizarlo se van revolucionando constantemente con el objetivo de conseguir la mejor versión de la piel. Hay rutinas con hasta 12 pasos, miles de sérums, tónicos y mascarillas que prometen resultados sorprendentes y también hay herramientas con las que conseguir potenciar los efectos de las cremas sin necesidad de salir de casa. Sin embargo, hay veces que lo más sencillo es lo que acaba consiguiendo los resultados más deseados. Un buen ejemplo de ello es el de limpiarse la cara dos veces.

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Retirarse el maquillaje es una de las partes más determinantes para el cuidado de la tez y en la que más insisten los expertos. Algo tan básico como quitar todos los restos de suciedad de la cara puede ser clave para evitar disgustos en el futuro. Este paso es esencial, pero hay que tener en cuenta que no puede hacerse de cualquier manera y que los productos y metodología que se elija influye en el resultado final. "Desmaquillarse antes de dormir es súper importante porque eliminas el exceso de sebo, la suciedad y los residuos de protección solar, makeup e incluso de la polución, que quedan en tu piel al final del día. No limpiarla bien favorece el estrés oxidativo y, por lo tanto, la aparición de arrugas, y agrava problemas cutáneos como el acné", detalla Celia, farmacéutica especializada en dermocosmética y que divulga contenido relacionado con el skincare en su cuenta de Instagram (@theporefectskin).

Un método nacido en Asia

Hay muchos productos pensados para hacer esta función —leches desmaquillantes, limpiadores, toallitas, bálsamos o aguas micelares de todo tipo—. Sin embargo, no todos ellos son igual de efectivos y, aun haciendo el ejercicio de retirar la suciedad del rostro, los efectos pueden no ser los deseados. En este punto, los expertos recomiendan hacer una doble limpieza, una técnica muy particular que nació en Asia y cada vez está más popularizada en Europa. "Las geishas utilizaban aceites para retirar ese maquillaje blanco tan denso que utilizaban en la época. Esta tendencia se ha mantenido con el tiempo, ya que en estos países suele haber muchísima polución y quedan muchas partículas de suciedad y de polvo en el aire, por lo que utilizan aceites para retirarlas y limpiar la piel a fondo", añade Celia.

Pero, ¿en qué consiste exactamente esta limpieza? "Hay dos tipos de suciedad la lipófila, que se siente atraída por la grasa y la hidrófila, que se siente atraída por el agua. Si en tu piel hay una molécula de suciedad grasa la vas a retirar más fácilmente usando un detergente de base oleosa por lipofilia, amor a la grasa, y lo mismo ocurre con una molécula de suciedad hidrofílica. Va a ser más fácil retirarla con un detergente de base acuosa", explica Lena de Pons, farmacéutica con Máster en Dermofarmacia en uno de sus post de TikTok. La experta admite que entre sus seguidores hay muchas dudas sobre este procedimiento porque cada vez hay más personas interesadas en saber cómo limpiar correctamente el cutis.

Los pasos a seguir son básicamente dos. Lo primero, sobre la piel seca, se aplica el producto en base oleosa. Se masajea bien la cara, recomendablemente en movimientos circulares, para derretir el maquillaje, los filtros solares y la suciedad en general. Posteriormente, se empieza a incorporar poco a poco agua, se sigue masajeando y se creará una especie de emulsión. Tras unos minutos aplicando el aceite, se aclara con abundante agua para quitar todos los restos y ya podría empezarse el segundo. Se aplica un jabón en base acuosa por todo el rostro y tras extenderlo durante unos minutos, insistiendo en las zonas más conflictivas, se aclara definitivamente.

Buscar el adecuado a cada piel

La dermatóloga de la unidad de estética facial del Grupo Pedro Jaén, Natalia Jiménez, recomienda esta técnica a sus pacientes porque considera que es una manera muy efectiva de limpiar en profundidad. "Decimos que es de gran utilidad para realizar por la noche, para eliminar con mayor eficacia restos de maquillaje y protector solar. Es un hábito que hemos adoptado en Occidente", puntualiza. Jiménez, eso sí, destaca que no suele recomendarla en casos de personas con la piel "muy grasa", pero exceptuando este grupo, sostiene que cualquiera, incluso los cutis grasos, podrían beneficiarse de este procedimiento que arrastra mejor los residuos y ayuda a evitar que el poro se obstruya. Celia añade a esta sugerencia que tampoco se usen productos en aceite para desmaquillar los ojos, ya que eso podría causar blefaritis —inflamación aguda o crónica de los párpados—. En su lugar, usar agua micelar. La doble limpieza, por cierto, también se debería hacer, aunque no se esté maquillado.

En cuanto a los productos indicados para cada tipo de piel y características, la farmacéutica recomienda, en el caso de los limpiadores en base oleosa, fijarse en que la composición esté "cargada de aceites, normalmente de origen vegetal o mineral". Para las pieles secas, sostiene que puede usarse prácticamente cualquier artículo sin problema porque son muy "respetuosos con la barrera lipídica"; para las sensibles advierte que deben evitarse aquellos que lleven perfumes o aceites esenciales, ya que se puede irritar la dermis. Por último, para aquellas con tendencia acnéica o grasas sugiere que se busquen bálsamos o aceites no comedogénicos y que no contengan ingredientes que pueda taponar el poro, como son el aceite de coco.

Para el segundo paso, aconseja no usar limpiadores acuosos con un pH alcalino superior a 7, ya que la piel está alrededor de un 5.5, y que entre sus ingredientes estén surfactantes suaves, como el cocamidopropyl betaine, sodium lauroyl sarcosinate o sodium cocoamphoacetate. Hay varios formatos a elegir en función de las necesidades de cada tipo de piel. En espuma, ideal para mixtas o grasas; en gel, apta para todas; en crema, que al ser más hidratante se recomienda en secas o sensibles; y el agua micelar, que actúa de una manera muy superficial. En su cuenta de Instagram, Celia aporta además algunos productos de marcas concretas que se ciñen a las diferentes particularidades de cada persona.

Entre ellos, se pueden encontrar algunos de la tienda coreana MiiN Cosmetics. María Altur, gerente de relaciones públicas y comunicación de la compañía, asegura que en los cursos que dan en sus establcimientos para enseñar a los clientes a introducirse en la cosmética coreana, la doble limpieza es lo que más interés causa. "Definitivamente, sigue siendo uno de los temas estrella. En cuanto las clientas prueban a lavarse bien ven tanta diferencia en cuestión de días que se preguntan cómo llevan tantos años usando toallitas o agua micelar porque la piel se ve visiblemente más limpia y luminosa. Los puntos negros se reducen, los brotes de granitos suelen ser bastante menos frecuentes, por lo que no hay vista atrás después de la doble limpieza", concluye.

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Minerva Marcos López

Minerva Marcos López

Periodista en la sección digital de la SER. Antes en Radio Madrid, el programa 'Hoy por Hoy' y en la...

 
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