La libertad es un Maserati
La libertad en Madrid era tomarse una cerveza ignorando la pandemia. Ahora parece consistir en tener un Maserati y meterse dentro
Barcelona
La libertad en Madrid era tomarse una cerveza ignorando la pandemia. Ahora parece consistir en tener un Maserati y meterse dentro. Y allá me las compongan todas.
En menos de una semana, el caso Ayuso va adoptando perfiles cada día más sorprendentes. Primero, veamos las declaraciones de la presidenta madrileña y si encajan o no con la realidad. Ha afirmado en torno más bien trágico que "todas las acusaciones son falsas", que "no hay trama de facturas", que "no hay sociedades pantalla": se refería a las acusaciones de fraude fiscal contra su novio. Las que Hacienda trasladó a la fiscalía, y la fiscalía al juez. Pues bien, el novio ha reconocido que eran ciertas: "Ciertamente, se han cometido dos delitos contra la Hacienda Pública", reconoció el allegado en un correo, intentando pactar en el juzgado y evitar su prisión.
Segundo, Ayuso atacó a todo el mundo, instituciones y políticos diciendo que la inspección fiscal a su chico era "salvaje y sacada de quicio", y que había un "caso turbio de todos los poderes del Estado" contra él. ¿Se pasó de la raya? Todas las inspecciones de Hacienda son duras, pero lo principal es que el afectado ha admitido las conclusiones. Y cuando alude a "todos los poderes del Estado", ¿se refiere también a la monarquía, a la judicatura, al Ejército? Una mujer que aspira a ser mujer de Estado debe respetar más las instituciones.
Tercero, todo eso lo dijo en defensa del novio. Pero si asume su defensa, ya no puede decir que su relación digamos familiar o de "cama" como dice, no tenga relevancia pública.
Y cuarto. Ella misma ha definido su listón: si el muchacho "tiene un patrimonio y se puede terminar comprando una casa, un coche o siete, mientras esté legal, soy libre de meterme en ese coche o en esa cama". Pues eso, el dueño del patrimonio y, por tanto, del coche, un Maserati, reconoció que no "estaba legal". Que cada uno saque las consecuencias.
La "libertad" está bien repartida, entre cervezas y grandes coches deportivos, ¿verdad? Si al menos fuese un Ferrari.
Xavier Vidal-Folch
Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas y colaborador habitual de la Cadena SER, donde publica...