La moda de las proteínas desmontada por el nutricionista Juan Revenga: "No tienen muchas luces"
Un estudio reciente de la revista Nature apunta a que esas dietas hiper proteicas pueden conllevar a un mayor riesgo de arteriosclerosis: el impedimento del flujo normal de la sangre en nuestras venas.
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Madrid
No hace falta ser un atleta de élite, el mejor cliente del gimnasio o una persona extremadamente obsesionada con la alimentación para toparse a diario con multitud de reclamos que impulsan a consumir más proteínas, ya sea en televisión, en redes sociales o en supermercados con grandes letreros que dicen "High protein". Para Juan Revenga, nutricionista y dietista detrás del podcast Factor Intrínseco, este extra de proteína no es necesario en nuestra dieta y considera erróneo que lo recomienden algunos de sus compañeros de profesión: "Puede haber profesionales que han pasado por la universidad y que la universidad no ha pasado por ellos. Digamos que no tienen muchas luces y este tipo de cuestiones les obnubila igual que a cualquier consumidor".
El experto ha achacado esta obsesión con las proteínas al gran reclamo comercial que recibe el consumidor de forma constante. Los carbohidratos, los azúcares o las grasas, para todos aquellos que siguen fielmente la cultura de la dieta, siempre han sido los grandes enemigos. Y en esta ecuación, las proteínas se convierten en las grandes aliadas. "De alguna forma, a las proteínas las hemos elegido como ese héroe propiciatorio, porque ya no nos queda otro que elegir", ha reflexionado Revenga en Código de Barras.
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Esta molécula, que encontramos en la carne, el pescado, los huevos o las legumbres, siempre ha ido de la mano del deporte, y desde hace unos años, su uso se ha popularizado para cualquier consumidor. "Tienen esa imagen de fortaleza, de vigorexia, de un especial beneficio desde el punto de vista de la imagen que ahora se se demanda mucho a pie de calle", ha confirmado el nutricionista. "Iba a decir de a un precio razonable, pero no, a cinco veces más caro que el que el producto de referencia", ha matizado.
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El dietista ha hecho hincapié en que estos productos ricos en proteínas, por un lado, nos van a costar "un 500% más" que el resto y por otro, va a costar que nuestro cuerpo asimile la proteína correctamente. "Hay un factor limitante, una cantidad de proteínas a partir de las cuales ya da igual el ejercicio que hagamos y la edad que tengamos, que no vamos a crear más músculo. Esas proteínas se van a eliminar a través de los riñones. Es decir, si nos estamos comprando suplementos mega caros o alimentos más caros por el hecho de tener proteínas, que sepamos que lo más probable es que lo que consigamos es una orina carísima", ha explicado Revenga.
Paralelamente a la opinión de Juan Revenga, la revista Nature ha publicado un estudio que apunta a que esas dietas hiper proteicas pueden conllevar a un mayor riesgo de arteriosclerosis: un impedimento del flujo normal de la sangre en nuestras venas. A partir de un 22% de proteínas en la dieta, los macrófagos de nuestro organismo se activan, pero de una manera anómala, empiezan a multiplicarse. Estas células inmunitarias reaccionan a la llegada extrema de proteínas. No se sabe muy bien por qué, se multiplican en mayor número de lo necesario. Se almacenan pero no hacen nada. "Forman un cementerio dentro de los conductos sanguíneos", dice el estudio. Según los expertos, esto conduce, a una cascada molecular de eventos dañinos que están en la raíz de numerosas enfermedades cardiovasculares.
Laura Bermejo de la Flor
Periodista en la SER. Redactora de Código de Barras, un programa de consumo y mucho más. Apasionada...