"Lo que hace es arruinarlo todo": la reflexión de Jabois tras el asalto a una bodega para derramar 60.000 litros de vino
Desperdicia algo tan importante políticamente para una sociedad como el vino, con el trabajo que hay detrás para que ese vino acabe embotellándose y disfrutándose con prudencia
Madrid
Mira, yo siempre he tenido una simpatía, digamos incorrecta, por tipos que roban cosas que de otro modo no podrían disfrutar, para disfrutarlas ellos mismos. Una tímida simpatía por esa persona a la que la vida le ha dado un extraordinario gusto pero no las oportunidades suficientes para ejercerlo. Una persona que roba un vino de cien, de mil o dos mil euros no para venderlo, sino para beberlo. Una persona que presa de un stendhalazo planea el robo de un cuadro de El Greco, de un cuadro de Rembrandt, porque quiere tenerlo en casa y verlo diez horas al día. Ya sé que nos los roba a todos y que a ese ladrón hay que detenerlo, también al del vino caro, y al loco fanático de Los Beatles que roba el manuscrito de Hey Jude, si no robaríamos todos. Pero dentro late una pasión. Una pasión enfermiza, delincuente, egoísta, una pasión que te lleva, como tantas pasiones, a la locura. Pero este imbécil que sale en las cámaras tirando litros de vino al suelo, que desperdicia algo tan importante políticamente para una sociedad como el vino, con el trabajo que hay detrás para que ese vino acabe embotellándose y disfrutándose con prudencia, lo que hace es arruinarlo todo, desde al que pisa la uva hasta al que la bebe y peor aún, al que sueña con poder beberla algún día.
Manuel Jabois
Es de Sanxenxo (Pontevedra) y aprendió el oficio de escribir en el periodismo local gracias a Diario...
