El Salvador celebra elecciones y Bukele se prepara para acaparar el poder

Madrid

El Salvador es un pequeño país del tamaño de Cataluña situado en Centroamérica y hace10 años era de los más peligrosos del mundo. Con poco más de 6 millones de habitantes, la corrupción, las maras, las bandas lo habían convertido en un lugar inhóspito para invertir y también para vivir.

El Salvador ha estado en los últimos años en la prensa internacional con unas imágenes de centenares de presos alineados semidesnudos en las cárceles salvadoreñas. Es la política de Nayib Bukele, que gobierna en un estado de excepción para controlar las maras y las bandas de delincuencia común, y que volverá a ganar con una mayoría absoluta aplastante que le dará el control del congreso y también de los gobiernos regionales al reducir considerablemente el aparato del estado a nivel provincial y municipal. Félix Ulloa es el vicepresidente del país y anuncia que seguirá el estado de excepción para el futuro mandato, porque aún queda mucho por hacer en el país. Por cierto, tanto él como el resto del gabinete pidieron un excepción en el congreso para poder preparar la campaña y las elecciones.

Con una oposición mermada, que se ha visto derrengada por el tifón Bukele y no ha llegado al electorado, el mandatario ha aprovechado esta coyuntura para reformar la organización territorial, el tribunal supremo, cambiar las leyes que le permitan volver a presentarse y concentrar más poder aún en su persona y en la de su partido Nuevas Ideas. Y es que la constitución de El Salvador prohíbe de modo expreso la reelección presidencial pero el presidente, tras ganar las elecciones de mitad de mandato en la renovación del congreso, le otorgaron una mayoría superlativa al partido de Bukele, quien aprovechó para sustituir a los magistrados de la sala del Constitucional que luego reinterpretaron la Carta Magna para habilitar la reelección. Fernando Valencia es periodista Salvadoreño y hablaba con la SER de que la situación roza "ilegalidad constitucional".

La política de mano dura ante las maras logró reducir drásticamente los índices de criminalidad y mejorar la seguridad pública, aunque limitando derechos y con un régimen de excepción que está cerca de cumplir dos años. Y que, según el relator de la ONU para los derechos humanos Miguel Montenegro, se están violando los derechos fundamentales de muchos civiles inocentes detenidos que han sido tratados como criminales.

A pesar de anunciarse como el primer país en aceptar el bitcoin como moneda de curso legal, en la práctica pocos salvadoreños lo han adoptado. Menos del 5% de las ventas en el país se realizan con criptomonedas y la población aún es reacia a una tecnología que les es extraña. Como contrapartida a la lentitud en su aplicación, la economía empieza a repuntar, con la llegada masiva de turistas norteamericanos.

Únete al canal de WhatsApp de la SER