Un estudio muestra que pasaron entre dos y tres semanas hasta que recuperamos la felicidad previa al confinamiento
Es la principal conclusión del primer estudio científico que analiza los mensajes "tristes y alegres" en la red social para explicar cómo fue el bajón anímico general de la población y cuánto tardó en recuperarse
El estudio, publicado en la revista científica PLOS One, se titula: "reacción a los grandes shocks colectivos" y, por su metodología, es un avance en las ciencias sociales y la "teoría de la reacción". Ha estudiado, por primera vez, mediante un análisis de big data, los mensajes en la red social X, antes Twitter, de los 450 millones de personas que viven en 10 países del mundo, entre ellos España.
Las autoras, Stephanié Rossouw y Talita Greyling, de las universidad de Auckland y Johannesburgo, eligieron sus propios países, Nueva Zelanda y Sudáfrica, como representantes del hemisferio sur. Para que la muestra fuera más representativa añadieron Australia. Del hemisferio norte se fijaron en España, Bélgica, Francia, Alemania Reino unido, Italia y Países bajos. Reconocen que el estudio "ha quedado incompleto" porque han tenido que dejar fuera países como Rusia o China, por las limitaciones al acceso a redes. En todo caso, sus resultados y -sobre todo- la forma en la que los han obtenido son muy notables.
Lo que hicieron fue, por medio de una máquina de procesamiento del lenguaje y el uso de big data, añadirle de manera automática una puntuación a tuits que hablaban sobre sentimientos en los países muestra. Si por ejemplo alguien escribía que estaba alegre tenía una alta puntuación, si el tweet era triste, la puntuación era más baja. Los ordenadores examinaron millones de tuits.
El objetivo era medir cómo reaccionaba la población a dos "shocks colectivos", es decir, a dos momentos concretos en los que sus sociedades se enfrentaron a problemas muy graves. Por eso lo hicieron en dos fechas muy concretas: el inicio de los confinamientos y los estados de alarma (En españa el 14 de Marzo de 2020) y el inicio de la guerra de Ucrania (el 24 de febrero de 2022)
Una vez recopilados los datos, las dos científicas llegaron a varias conclusiones. La primera es que estos dos "big shocks", traducido como "grandes conmociones", coincidieron con un bajón muy importantes de los niveles de felicidad. Hay un patrón muy claro en todos los países en los que se puede decir que "cunde el pesimismo sobre el futuro, y descienden de una manera muy notable los mensajes alegres por cualquier motivo".
La segunda conclusión es que el shock fue mayor por la pandemia que por la guerra. La incertidumbre que generaron los estados de alarma, la desinformación china, los confinamientos y la complicada respuesta sanitaria nos causaron más temor que la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
La tercera conclusión es la fundamental del estudio: en los gráficos de todos los países se observa cómo los niveles de felicidad volvieron a la normalidad en apenas dos semanas tras la declaración del primer estado de alarma y, algo más, en tres semanas, tras el inicio de la guerra de Ucrania. Hay un patrón en los mensajes de todos los países analizados, como si hubiera una especie de conciencia colectiva que nos uniera a todos.
Solo hace el estudio una salvedad: Aunque señala que esta recuperación del shock es similar en países de los dos hemisferios los del norte, que son todos estados europeos, tardaron más en volver a niveles previos de felicidad después del inicio de la guerra de Ucrania.
El big data
El análisis de grandes cantidades de datos, o big data, se configura en muchos campos, como las ciencias sociales, en una nueva via de acceso al conocimiento de cómo piensan y cómo actúan los colectivos. El procesamiento de los datos obtenidos de buscadores y redes sociales se ha convertido en una pieza esencial para la definición, por ejemplo, de estrategias en política, economía o marketing.
Javier Ruiz Martínez
Redactor de temas de sociedad, ciencia e innovación en la SER. Trabajo en el mejor trabajo del mundo:...