"Aceptar o rechazar las 'cookies' es decidir si eres producto o cliente": la información que necesitas para saber qué hacer

Madrid

Ahora, al abrir muchas webs, incluida esta, nos hacen preguntas sobre cookies antes las cuales la mayoría de nosotros nos encogemos de hombros. Podemos entrar en la configuración de cookies, aceptarlas todas, o rechazarlas a cambio de un pequeño pago. Seguiremos, seguramente, aceptando todas porque es lo más sencillo, pero Jaime García Cantero ha dado, en calidad de ministro de Tecnología del Hoy por Hoy, la información necesaria para entender lo que estamos haciendo.

"Las cookies están reguladas desde hace desde hace tiempo. Cualquier web tiene la obligación de dar a toda la audiencia la posibilidad de rechazarlas. Pero ahora la tendencia es que tú tengas la opción de aceptar las cookies, con todo lo que esto supone, o pagar por evitar este seguimiento que hacen las webs de lo que tú haces dentro de Internet. Quizás el problema todavía es que no hay un estándar." Pueden pedirte que pagues a diario, cada semana, una vez al año... por eso el rango de precios es enorme. "Lo que la ley sí fija es que no sea un pago disuasorio. Es decir: no te pueden pedir 60.000 euros por rechazar las cookies."

Las cookies sirven para fijar la publicidad. Gracias a ella Internet te sigue enseñando camisetas blancas durante días después de haberte comprado una camiseta blanca. Mejoran la eficacia de la publicidad que vemos en las webs. Y sirven a las webs para cobrar unos ingresos por publicidad que son fundamentales para ellas. "Se estima que depende de qué web las cookies pueden suponer hasta el 30% de sus ingresos, y el 30% de cualquier cosa es un ingreso muy significativo. Por eso, ante la obligación legal de dar al usuario la posibilidad de rechazar las cookies, muchos bots están recurriendo a plantearte un modelo de pago. Al final, este momento en el que entro en una web y esta me dice o aceptas las cookies o pagas, es el momento en el que tú decides si eres producto o cliente de esa web. Porque tus datos van a ser utilizados, vendidos, y reutilizados.

¿Te están forzando entonces a aceptar las cookies? Literalmente no, pero sí es cierto que, si entras en "configuración de cookies" el texto es tan largo y farragoso que resulta disuasorio. Y acabas aceptando y confiando en que las leyes te protejan.

Cookies imprescindibles y cookies de terceros

¿Pero es muy peligroso aceptarlas? Jaime explica que "las cookies no son necesariamente malas. Hay cookies menos malas que son las que hacen que cuando tú entras en una web te reconozca, sepa que ya has estado ahí y por tanto no te obliga a meter de nuevo tus claves o a elegir el idioma. Esas son las llamadas imprescindibles o necesarias, que tienen que ver con el funcionamiento mismo de la web. son las que permiten a esa web optimizar su tráfico y sus prestaciones. Por aceptar esas no solo no pasa nada, sino que, de hecho, si no las aceptas, la web no funcionará bien.

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Pero sí hay algunas más peligrosas que son las que llamamos cookies de terceros. Son esas que cuando entras en una web no solamente te pone cookies de esa web, sino también de proveedores globales de publicidad, cuyos nombres todos podemos imaginar, los gigantes de Internet, que las usan para hacer perfilados masivos. Esas son las que conviene evitar."

Gracias a estas cookies de terceros las webs no pueden identificarte personalmente, pero sí seguir tu comportamiento. "Esto llevado al extremo, a una acumulación de cookies durante mucho tiempo, hace que el perfilado termine siendo bastante preciso."

Cómo afecta la nueva normativa a las webs

Hasta aquí cómo nos afectan las cookies a los usuarios, pero ¿qué hay de cómo afecta esto a las webs? Como observa Jaime, depende de cuál sea el negocio de tu web: si tú vives de otra cosa (de vender jamones, camisetas, o lo que sea), las cookies de terceros importan menos, pero si el grueso de tu negocio es precisamente conseguir visitas y la parte fundamental de tus ingresos tiene que ver con la publicidad, como pasa con los medios de comunicación, las cookies a terceros son fundamentales. "La publicidad digital es un negocio ingente, y es un negocio cada vez más en manos de otros gigantes."