¿Por qué Numa Turcatti es el narrador de 'La sociedad de la nieve'? Uno de los supervivientes explica por qué fue clave durante la tragedia

Madrid

⚠ Atención: en esta noticia encontrarás algún que otro spoiler sobre la película 'La sociedad de la nieve'. En caso de que no la hayas visto, y tengas intención de hacerla próximamente, te recomendamos que vuelvas cuando la hayas terminado de ver para descubrir la historia detrás de Numa Turcatti. ⚠

El 13 de octubre de 1972, el vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya se estrellaba en la Cordillera de los Andes con 45 pasajeros y pasajeras a bordo. La mayoría de ellos los miembros del equipo de rugby Old Christians Club y algunos familiares, simpatizantes y amigos de los mismos. Mientras que algunos fallecieron directamente tras el impacto del avión contra la cordillera, otros consiguieron eludir la muerte para protagonizar una de las historias de supervivencia más grandes jamás contadas. Una historia que saltó a la gran pantalla en los años 90 en la película ¡Viven! y que ahora volvemos a redescubrir desde una perspectiva diferente con La sociedad de la nieve.

Mientras que la película dirigida por Frank Marshall está narrada desde el punto de vista de los supervivientes, concretamente del de Carlos "Carlitos" Páez, la de Juan Antonio Bayona opta por honrar a los muertos con la figura de Numa Turcatti, el último de los tripulantes del vuelo 571 que falleció antes de que el grupo fuera rescatado. ¿Por qué se escogió a esta figura y no a cualquier otra? A pesar de que este personaje no parece tan relevante como el resto a la hora de garantizar la supervivencia del grupo, este acaba jugando un rol fundamental para salvar a sus compañeros.

"Fue un ser extraordinario"

Así lo contaba hace ya varios años el superviviente Gustavo Zerbino en declaraciones a Alejandro Alter en el programa Abriendo Caminos, donde destacó la importancia de Numa para la supervivencia del resto de pasajeros del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya: "Fue un ser extraordinario. Murió pensando 25 kilos. Tenía la espalda llena de unas escaras impresionantes que debían expulsar medio litro de pus al día y jamás se quejó. Hizo la primera expedición conmigo, dormimos a la intemperie y casi perdimos 12 kilos aquella noche porque el cuerpo tuvo que quemar mucho para mantener la temperatura de 37 grados".

El superviviente recuerda que, ante la imposibilidad de mantener esos 37 grados, el cuerpo comienza a quemar la grasa para posteriormente hacer lo propio con los músculos y los huesos. De esta manera, los protagonistas de esta primera expedición acabaron prácticamente consumidos después de estar una noche entera en la montaña: "Numa llegó conmigo abajo y ahí ya estaba ciego". Tras volver al avión, y enfrentarse a la avalancha que les sepultó a todos bajo la nieve, el equipo estuvo durante tres días y tres noches bajo la nieve.

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La importancia de Numa

Tal y como explicaba Zerbino, Numa comenzó a escarbar la nieve porque era claustrofóbico. De ahí que el equipo pudiera volver nuevamente a la superficie y sobrevivir a una muerte casi segura. Al intentar salir a la superficie, Numa se cortó a la altura del pie con uno de los cristales. Ante la imposibilidad de curarse la herida, esta comenzó a infectarse hasta el punto de que acabó siendo fatal para él: "Numa estaba muy débil. Llegó un punto en el que el cuerpo se quedó sin fuerza para absorber los nutrientes de la comida".

Tras su muerte, el propio Zerbino pudo leer el mensaje que tenía guardado para el grupo: "No hay amor más grande que el que dio la vida por sus amigos". Un mensaje que les llevó a tomar una decisión que acabó siendo fundamental para el grupo: "No solo escribió este mensaje sino que lo llevó a cabo. La muerte de Numa sirvió para que el resto del grupo se diera cuenta que iba a morir si seguían ahí, así que fue un disparadero". Tras la muerte de Numa, Canessa y Nando Parrado comenzaron la travesía que acabó siendo determinante para salvar al resto del grupo.