El exjugador del FC Barcelona que triunfa en el banquillo de un histórico de Italia: las claves del libreto táctico de Thiago Motta

Madrid

El histórico Bolonia, tras pasar unos años complicados, marcha 6º en la clasificación tras 20 partidos, a solo dos puntos de los puestos que dan acceso a la Champions League. ¿Por qué está volviendo el Bolonia a disfrutar del fútbol en la Serie A? Entre otras cosas, por el estilo Thiago Motta. Tras una dilatada carrera como futbolista, Motta cogió las riendas del Bolonia en un momento complicado. Lo hizo tras la etapa del mítico Siniša Mihajlović. Sinisa murió el pasado 2022, precisamente durante el mundial de Qatar 2022, tras sufrir cáncer. Luchó contra la enfermedad durante muchos meses e incluso enfermo siguió entrenando Bolonia —las imagenes de la plantilla en el hospital viendo a su entrenador dieron la vuelta al mundo—. Tras su fallecimiento, Motta fue el elegido para ocupar el banquillo del Bolonia.

La situación no era sencilla. El equipo no estaba lejos de las plazas de descenso. A ello había que unir que, pese a que Motta tenía experiencia en los banquillos, esta no era excesiva ni tampoco había sido muy exitosa. Tras su paso por las categorías inferiores del PSG tuvo un par de banquillos en Italia, pero su trabajo no había llamado la atención para llegar a ocupar el banquillo de un histórico como lo es el Bolonia. El equipo de la Emilia Romagna hizo una gran apuesta por él. Ese primer año, el Bolonia acabó en media tabla, jugando bien y dejando una buena imagen.

Tras salvar la categoría, el Bolonia apostó por rejuvenecer la plantilla. Este verano se decidió dar salida a jugadores veteranos como Gary Medel o Arnautovic. También salieron otros jugadores como Nico Domínguez, que puso rumbo a la Premier League. En su lugar, llegaron jugadores de un perfil algo más underground como Riccardo Calafiori, Sam Beukema, Remo Freuler y Alexis Saelemaekers. Este rejuvenecimiento, unido al libreto de un Thiago Motta que ha recibido influencias de técnicos tan diferentes como Jose Mourinho, Rafa Benitez, Unai Emery o Gian Piero Gasperini, ha hecho que el Bolonia sea una de las sensaciones de la Serie A.

Líneas básicas de su estilo

Bruno Alemany y Roger Bonet desgranan las líneas esenciales del libreto de Thiago Motta:

• Esquema de juego: 1-4-1-4-1.
• Los centrales. A diferencia de otros equipos, los laterales del Bolonia de Motta juegan muy bajos, guardan mucho la posición y son los centrales los que ganan una altura para jugar por dentro e incluso recibir la pelota de espaldas en el centrol del campo. Lo hacen ambos centrales, pero Calafiori es el principal exponente de este aspecto táctico.
• Mucho intercambio de posiciones. Sobre todo entre los tres mediocentros de ese 4-1-4-1. Mucha movilidad hacia los costados para dejar libres los carriles interiores las subidas de los centrales y los apoyos de Joshua Zirkzee, el falso nueve de Motta.
• Libertad para Joshua Zirkzee. Jugador diferencial en la Serie A. Es el jugador estrella del equipo. 22 años y 1,93 de estatura. Jugador inteligente, elegante, muy bueno en los apoyos y con mucha facilidad para moverse en el área.
• Mucha amplitud con los extremos. Pese a los apoyos del nueve, los extremos no son los encargados de cargar el área. Ambos juegan muy abiertos. Son los interiores (y el propio Zirkzee) los encargados de cargar el área. Ferguson, el gran llegador de Motta.
• Presión alta en bloque alto. Mucha influencia de Gian Piero Gasperini, extécnico de Thiago Motta. Presión alta, adelantada y valiente.

"Lo normal es que salga del Bolonia en el próximo mercado. Futbolista que entiende muy bien el juego, es buenísimo en los apoyos. Mejora las jugadas. Tener un delantero que consigue eso es oro absoluto".

—  Bruno Alemany, director de Play Fútbol, sobre Joshua Zirkzee

"Sus laterales son casi centrales, pero sus centrales suben una altura. En salida de balón tienen libertad para meterse por dentro. Se lo hemos visto a Stones, pero en el Bolonia lo hacen ambos. Incluso llegan al área".

—  Roger Bonet, futbolista del Tulsa, sobre el estilo de Thiago Motta