Hasta 16 años de cárcel por obligar a ejercer la prostitución a una mujer que creía que iba a cuidar de una persona mayor

Madrid

La sala de lo penal del Tribunal Supremo ha impuesto penas de entre 3 y 16 a tres personas por los delitos de prostitución, violación y tráfico de drogas. El cabecilla fue el que engañó a la víctima, una migrante sin papeles, prometiéndole un trabajo para cuidar a una persona mayor. Le llevó al domicilio del presunto anciano, pero en ese piso, propiedad de otra de las condenadas, se ejercía la prostitución. Le encerró en una habitación, le quitaron sus pertenencias y la violó en tres ocasiones hasta que al día siguiente la dejaron marchar. Denunció ante la policía que registró el inmueble encontrando la droga.

Dice la sentencia que "las pruebas acreditan el empleo de violencia e intimidación. El traslado, engañada, a una ciudad que no conocía, al temor surgido ante su retención en un piso con personas extrañas, al sufrimiento por unas agresiones sexuales reiteradas y nunca queridas, se une la agresividad como para registrar la maleta, que luego se quedaron, quitarle el dinero que tenía, exigirle el pago de 150 euros y amenazarla con no dejarla ir hasta su abono para lo cual podía prostituirse, la buscarían clientes, y saldar la deuda". Se produjo, concluye, "una situación de vulnerabilidad en quien, estando irregularmente en nuestro país, carecía de recursos y a quien se pretendía inducir, en un escenario no planeado y en un ambiente hostil a ejercer la prostitución"