La familia de Daniel Sancho acusa a la policía tailandesa de ilegalidades: "Le engañaron hasta que confesó"
Los abogados del joven han dado detalles de cómo ha transcurrido la investigación estos meses
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Marcos García Montes, uno de los abogados de Daniel Sancho, el español encarcelado en Tailandia acusado de asesinar y descuartizar a principios de agosto a un hombre colombiano en ese país asiático, junto con el letrado y portavoz del actor Rodolfo Sancho, padre del procesado / Javier Lizón (EFE)
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Madrid
La familia de Daniel Sancho ha afirmado este viernes que nunca llegó a confesar haber matado de forma intencionada a Edwin Arrieta y ha denunciado que "la actuación de la Policía tailandesa ha estado llena de irregularidades" y "le engañaron hasta que confesó", ya que le prometieron una deportación en pocos días y tradujeron mal su declaración.
Los letrados en España de Daniel Sancho y de su padre Rodolfo Sancho han asegurado, en una rueda de prensa que ha congregado a decenas de periodistas, que la actuación de la Policía de aquel país ha estado "llena de irregularidades", pero confían en la Justicia tailandesa, que es "garantista con los derechos humanos", y en un juicio "con todas las garantías", en palabras del letrado Marcos García Montes.
García Montes ha dicho que la máxima condena de cárcel por los hechos investigados sería de entre 8 y 10 años y Daniel Sancho podría ser trasladado a España en tres o cuatro años, ya que golpeó a Arrieta en una pelea, para defenderse de una agresión sexual, y no confesó un crimen intencionado.
"La Policía engañó a Daniel Sancho hasta que confesó", ha añadido la letrada Carmen Balfagón, que ha incidido en que los agentes "engañaron a Daniel con una orden de deportación que no existía", prometiéndole que le deportarían en pocos días, y tradujeron mal su declaración.
La abogada ha llegado a mostrar una fotografía "que nunca se había visto en España" donde se ve a Sancho "comiéndose una hamburguesa rodeado de policías de forma totalmente amigable". Ha señalado que "Daniel no cambió nunca su declaración, la que la cambió fue la policía al transcribirla" y que sus derechos solo le fueron leídos en la última prisión", cuando ya estaba asistido por el letrado que designó su familia".