"Es hacerle tanto daño a la madre que sea imposible resarcirla": la consternación de Francino por el último caso de violencia vicaria
"Hay cosas a las que, sinceramente, cuesta mucho encontrarle una explicación. Pero la tienen. Al final, todo tiene un motivo"

"Es hacerle tanto daño a la madre que sea imposible resarcirla": la consternación de Francino por el último caso de violencia vicaria
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Madrid
Cuando alguna vez nos piden una definición sobre qué es el periodismo, más allá de la típica -y acertada explicación-, según la cual el periodismo consiste en "contarle a la gente cosas que le ocurren a la gente"... a mi me gusta añadir que nuestro trabajo, además de contar historias, supone un ejercicio de conexión con el mundo que nos rodea. Y que eso, si lo hacemos recogiendo el máximo número posible de puntos de vista, pues seguramente ayude a entenderlo todo un poco mejor. Lo que pasa es que hay cosas a las que, sinceramente, cuesta mucho encontrarle una explicación. Pero la tienen. Al final, todo tiene un motivo.
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Por ejemplo, que un padre sea capaz de asesinar a sus propios hijos. Esto, así de entrada, resulta, inexplicable, ¿verdad? Pues no, no, tiene explicación: hacerle a la madre tanto daño, pero tanto, que sea imposible resarcirla nunca de ese dolor. Eso tiene un nombre, le llamamos violencia vicaria. Y ha ocurrido otra vez. En este caso en Barcelona. Un hombre, separado hacía tiempo de la que fuera su esposa, tenía este fin de semana a los niños, de 7 y 10 años, todo apunta a que los mató y después se mató él.
