Arancha González Laya sobre el conflicto en Israel: "Europa es necesaria pero no es suficiente"

Madrid

El 2024 estará marcado por las citas electorales en decenas de países y por los conflictos bélicos ya activos este año. Para el próximo curso la carpeta de deberes es algo gruesa, seguimos ante un panorama internacional que despierta mucha inquietud. “Vivimos en el mundo de la impotencia con países que se miran cada vez más a sí mismos. Los grandes no invierten en estabilidad y están apareciendo muchos países pequeños que pueden desestabilizar”, explica González Laya.

Las democracias se pondrán a examen porque millones de personas estarán llamadas a las urnas. Estados Unidos, Unión Europea, México, India o Taiwán, por ejemplo, celebrarán comicios que determinarán muchos aspectos del mapa internacional. Las elecciones norteamericanas serán el 5 de noviembre aunque falta saber si Donald Trump podrá participar o no. ¿Podrá ser candidato? En caso afirmativo, ¿cabe pensar que se produzca un giro hacia el conservadurismo en las urnas? "Nos tenemos que preparar para una versión de Trump 2.0”, afirma nuestra invitada. Las elecciones europeas tendrán lugar del 6 al 9 de junio. Hoy la democracia en la Unión Europea es más importante que nunca.

2024 también será un año en el que habrá que afrontar varios conflictos bélicos. La guerra en Gaza ha marcado el final de 2023, con más de 17.000 víctimas contabilizadas hasta el momento, y en Ucrania el futuro no parece estar nada claro, el escenario se hace cada vez más complicado ante las ofensivas rusas. Además se ha abierto un enfrentamiento en el Mar Rojo, los rebeldes hutíes de Yemen mantienen sus amenazas y exigen a Estados Unidos la llegada de ayuda a Gaza. ¿Puede haber riesgo de contagio del conflicto a nivel regional? “El siglo XXI es el siglo en el que arreglar los problemas necesita de interlocutores”, afirma la exministra.

Arancha González Laya, exministra y actualmente decana de la Paris School of International Affairs del Sciences Po, ha pasado por los micrófonos de A vivir para charlar sobre estas y otras cuestiones como el papel de Europa en el mundo porque, como ha afirmado a lo largo de la entrevista, “cada vez cobra más importancia el tener la capacidad de hablar con el que está diametralmente en desacuerdo. Se hace más necesario que nunca”.