Desayunando con Paco Roca: dibujar la memoria para rescatar las almas
El historietista y artista gráfico publica "El abismo del olvido" junto a Rodrigo Terrasa para recuperar la historia de la fosa 126 del cementerio de Paterna y reivindicar la necesidad humana de tener un entierro digno
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Madrid
En el interior de una casa aparentemente "destartalada", todo un despliegue de bollos y empanadillas anuncia la llegada de la mañana del domingo. Así, y con un cartelito de "reservado", nos ha recibido el historietista y artista gráfico Paco Roca. Aunque suene extraño, no hay mucho arte gráfico decorando sus paredes, al menos no con su firma. "Tener mis propios dibujos en casa... Al final acabas viendo errores" ha asegurado. Su trabajo le obliga a pasar muchas horas en el estudio. Sin embargo, ha destacado que "cuando mejor te van las cosas, más te obligan a salir de casa." Para Roca, el suyo "es un trabajo de oficinista, no tiene nada de bohemio ni de romántico", aunque es cierto que cuenta con momentos muy especiales, como la llegada de una caja de la editorial con el olor a tinta, aunque es algo "que pasa rápido porque pronto aparece el miedo de encontrar alguna errata."
Junto a Rodrigo Terrasa, ha publicado "El abismo del olvido", un recuerdo de la fosa 126 del cementerio de Paterna. "Es una fosa llena de misterios y de humanidad, tenía 200 personas durante la represión franquista y en ella se descubrieron pequeñas botellas debajo de los huesos, donde figuraban el nombre del fusilado, el pueblo del que provenía y la fecha en que fue fusilado." Tras dos años de trabajo, con eventos de promoción y encargos de por medio, Roca ha sacado a la luz este cómic que pretende recuperar la memoria histórica. "En estos casos hay dos niveles: uno es el ruido mediático y político, la gente que asegura que "no hay que remover el pasado y que esto es revanchismo"; pero debajo de esto, el tema es totalmente humano, es la necesidad de recuperar los huesos de un familiar para darles el fin que tú quieres (incinerarlos, enterrarlos con tu madre)..." ha sentenciado Roca.
Este trasfondo humano cobra sentido cuando consigues hablar con las familias de los fusilados: "Pepica (familiar de un fusilado) no hace esto por ningún tema de política, lo hace porque su madre le pidió que sacase los huesos de su padre de ahí para que descansaran con ella". Según Roca, la pandemia nos recordó algo muy importante, la necesidad de tener un entierro digno. "Es un deseo que todos tenemos, tener un ritual de despedida" porque para el artista "es algo que el ser humano quiere desde que se da cuenta de que la muerte es algo trascendente."
"Una de las grandes tragedias de la dictadura es haber enterrado la memoria de toda esta gente", ha contado Roca, sentenciando que "cuando se exhuma una fosa, se vuelve a dar voz a toda esa gente". Por ello, en "El abismo del olvido" se representan a las almas de todas aquellas personas que fueron fusiladas y que también quieren reencontrarse con sus familias: "Cuando abrimos esa fosa, lo que hacemos es recordar, hacemos que todas esas almas vuelvan del abismo del olvido". Es una oportunidad de "dar voz a esa otra España que fue silenciada".
Para Roca y Terrasa, también era importante plasmar la imagen y el punto de vista de quienes mataban: "Eran los reclutas, la gente obligada a fusilar a sangre fría". Según el historietista, "era algo caótico y dantesco", por lo que "casi toda la sociedad española fue víctima del golpe de estado y de la dictadura". Sin embargo, en el caso de España hay algo todavía más peculiar: "En otros países ha habido un consenso de lo que supone el fascismo o una dictadura, pero en España no ocurrió". Trabajos como el de Roca y Terrasa tratan de rescatar estas historias para sanar, pero también para recordarlas y que no queden en el olvido: "Aquí vas al paredón de Paterna y te lo encuentras con una corona republicana que ya está marchita y basura; y nadie diría que allí fusilaron a 2.200 personas durante la dictadura."