Medio siglo de buen periodismo

Madrid

Hoy quiero dedicarle la mirada al buen periodismo, a la información que nos permite conocer el mundo que habitamos. En medio de los bulos, las cabeceras degradadas, los ruidos subvencionados y los peligros de una profesión tan necesaria para la democracia, me gusta recordar que hace 50 años se puso en marcha en Televisión Española el programa Informe Semanal. Bueno, en sus primeros pasos se llamó Semanal informativo, o Más allá de las noticias, o Sesenta minutos. Pero desde el principio supuso una propuesta de reportajes que uniesen las noticias, los análisis de cada contexto y las reflexiones sobre los acontecimientos.

Hay programas de radio y televisión que forman parte de nuestras vidas. Con ellos tomamos el pulso a la realidad, nos enteramos de los días y sus personajes, el paso natural de las horas que se ve asaltado por los estallidos de un volcán, un atentado terrorista, un incendio o una guerra. Informe Semanal se identificó con el buen periodismo gracias a Manu Leguineche, Pedro Erquicia, María Antonia Iglesias, Carmen Sarmiento, Rosa María Mateo, Mercedes Milá y otros muchos profesionales que nos han informado con la decencia que se merece la opinión pública y el deseo de conocernos y convivir.

En tiempos difíciles, mientras se acumulan los grandes capitales y los bulos, mientras se rebajan los impuestos y el rigor profesional, mientras se confunden las opiniones y las mentiras, es bueno recordar que, además de comprometerse con la educación y la sanidad pública, con la dignidad política y los derechos humanos, hay que comprometerse también, desde primera hora de la mañana, con el buen periodismo.