El ruido y la furia
Es oportuno recordar que en política se puede y se debe cambiar de opinión conforme varía la realidad. Pero no de valores
Punto y 25 | El ruido y la furia
01:25
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Madrid
El ruido y la furia. Mañana y el jueves tendrá lugar en el Parlamento uno de los plenos más determinantes para la historia de la democracia española. Sin hipérboles. Sería deseable evitar los ruidos y la furia y que de él salgamos los ciudadanos conociendo el proyecto de país que gestionará el gobierno ideológicamente más transversal que ha habido, si finalmente se forma. Pero también se espera algo de la oposición formada por el PP y Vox, ¿cómo arreglarían, en el caso de ser alternativa real, la confrontación evidente entre una parte de los catalanes y el resto de España, más allá de la aplicación permanente del artículo 155 de la Constitución? Y todo lo demás. La financiación autonómica del conjunto de las comunidades o los agujeros creados en el Estado de Bienestar, como por ejemplo los que han aparecido en los últimos tiempos en la sanidad pública. En definitiva, un verdadero debate. En el Congreso de los Diputados, sólo se han de pronunciar los representantes libremente elegidos de los ciudadanos y no cuentan las manifestaciones corporativas: iglesia, empresarios, abogados, jueces, inspectores de Hacienda y de trabajo, grandes notarios, etcétera, que se han multiplicado durante los últimos días. Es oportuno recordar que en política se puede y se debe cambiar de opinión conforme varía la realidad. Pero no de valores.
Joaquín Estefanía
Es periodista, exdirector del periódico 'EL PAÍS' donde sigue firmando columnas. También colabora en...