Polarización tóxica
Nuestro país, pese a todo, no da síntomas de estar convirtiéndose en una Hungría de izquierdas, como algunos querrían
Madrid
Polarización tóxica. Hoy se ha presentado en el Congreso de los Diputados el informe sobre la calidad de la democracia en España, que todos los años, desde hace 15, elabora la Fundación Alternativas. Más que en otros ejercicios en este se agudiza una contradicción entre la opinión de los expertos y la de la ciudadanía en general. Los primeros, consultados por la Fundación, en número de varios centenares e ideológicamente transversales, dan a la democracia de nuestro país un aprobado alto y al mismo tiempo, los ciudadanos en general son más críticos, están más irritados y sufren una polarización tóxica.
Habrá que desarrollar una explicación lógica sobre este fenómeno. Es parecida contradicción que la que se manifiesta en los sondeos cuando cada ciudadano dice que su economía particular y familiar va bien y, sin embargo, una mayoría opina que la economía del país no funciona y manifiesta su decepción o su cólera por ello. A pesar de todo, lo más interesante del contenido del informe sobre la democracia en España, es que nuestro país, pese a todo, no da síntomas de estar convirtiéndose en una Hungría de izquierdas, como algunos querrían.
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Joaquín Estefanía
Es periodista, exdirector del periódico 'EL PAÍS' donde sigue firmando columnas. También colabora en...