'El Legado', una historia de abuso y poder en la aristocracia de la Irlanda victoriana
La directora Lisa Mucalhy adapta un clásico irlandés y lo resignifica colocando el empoderamiento de la mujer en el centro
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Madrid
Cuando se trabaja en una película de época, el reto del cineasta siempre está en hacerla actual, en aportarle un sentido que se adapte a nuestros tiempos. Las convenciones sociales cambian velozmente con los años, y cuanto más nos alejamos en el tiempo más difícil es encontrar puntos en común con las historias y costumbres de los protagonistas. Pero, ¿Cómo trazar esos puentes? ¿Cómo conseguir que una historia asentada, digamos en la era victoriana, resuene en la época actual? 'El Legado' se lanza a resolver esos asuntos a través de un thriller tenebroso, tenso y claustrofóbico, con el empoderamiento de las mujeres en el punto de mira. "Tenemos la suerte de vivir en España o Irlanda, donde las mujeres tienen tantas oportunidades como los hombres. Pero hay muchos lugares donde las mujeres no tienen derecho a ser educadas o incluso a ir a un parque", nos explica Lisa Mucalhy. Es la directora de esta película irlandesa que ha llegado recientemente a los cines españoles para narrar una historia de abuso y poder en el seno familiar. "Uno de los temas principales de esta película es que todos podemos elegir cómo reaccionar ante el abuso. Podemos obedecer al abusador, podemos retirarnos, podemos colaborar o podemos luchar. Y cada uno de los personajes de esta película tiene que tomar esa decisión. Y todos toman decisiones diferentes, y nadie toma la misma decisión que Maude. Aunque algunos de estos personajes se comportan mal a veces sientes lástima por ellos, porque también están en una situación abusiva, solo han hecho una elección diferente".
Maude es la protagonista de esta historia. Interpretada por la actriz británica Agnes O'Casey -cuya actuación es uno de los puntos más destacables de la película-, se trata de la hija de una adinerada familia aristocrática que se convierte en la única heredera tras la muerte de su padre, en una Irlanda arrasada por un siglo de grandes hambrunas. Ante su minoría de edad, la tutela recae sobre su tío Silas, un hombre avaricioso y extraño para Maude, que nunca le ha conocido. Junto a sus primos, se muda a la mansión familiar y rápidamente conspira contra ella. Lo que antiguamente había sido su hogar, pronto se convierte en una angustiosa ratonera. Su tío se hace con el control y le impide comunicarse con el exterior, frustrando cualquier intento de rebelarse contra él. "Maude se encuentra en una situación en la que las personas que deben protegerla están yendo a por ella. Poco a poco se da cuenta de que tiene que luchar por su poder y que no hay nadie que la ayude. Está realmente sola", nos explica Mucalhy. Es en esta situación de abuso donde la directora encuentra su vínculo con el presente. "Es muy contemporáneo porque hay abusadores por todas partes. Desde el principio sabemos que Silas tiene un lado desagradable, pero, por supuesto, hay muchos abusadores que, si no sabes que son abusadores, parecen la persona más amable del mundo. Y es sólo en su mundo privado donde el abuso continúa, por lo que es muy contemporáneo, porque todavía sucede todo el tiempo". Una situación a la que adjudica una rama política. "Con el surgimiento de las organizaciones de extrema derecha, las mujeres y las minorías están luchando más de lo que podrían haber luchado hace 20 años, y esto se debe a que estas organizaciones están creciendo y volviéndose más populares", opina.
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'El legado' adapta una novela victoriana de título homónimo escrita por el autor Sheridan Le Fanu, aunque según Mucalhy, quisieron resignificar su contenido. "La guionista de la película, Elizabeth Gooch, era la persona que conocía la historia. Le encanta la literatura victoriana y todo sobre ella. El autor escribió diferentes versiones del personaje Maude. Ella quería escribir una versión de su libro que era en muchos sentidos lo contrario de lo que él escribió, quería subvertir el personaje. Tomar a Maude, hacer aproximadamente el mismo viaje que sucede en el libro pero hacerla reaccionar de una manera diferente". Y con ese objetivo en mente, trataron de convertirlo en una historia centrada en la emancipación de las mujeres, con una Maude que lucha incansablemente para recuperar el control de su hogar. "La novela está escrita en primera persona, así que básicamente es Maude hablándote todo el rato. Es muy consciente de lo nerviosa que está, lo asustada que está, lo ingenua que es. Y esto dura mucho, mucho tiempo. Y es bastante frustrante. Al final del libro encuentra su valor, pero lleva mucho tiempo llegar allí. Y, por supuesto, no queríamos hacer eso con la película. Queríamos que Maude en la película fuera inocente e ingenua, pero tiene un carácter fuerte que descubre a medida que avanza la película. El libro es bastante frustrante de leer, es un libro largo, y queríamos que la película fuera una experiencia mucho más interesante y desafiante. Lo que era realmente importante para nosotros, que los temas del abuso y el poder femenino resonaran en un público contemporáneo".
Al margen de la trama angustiosa y de las interpretaciones, los creadores se esmeraron en una ambientación cuidada y fiel a la época, con las dificultades que eso supone. "La casa en la que trabajamos, la casa en la que rodamos. Esa casa se habría construido hace cientos de años. Fue construida para cuando no había electricidad, ni calefacción, nada moderno. Y aunque había algunos elementos de los que tuvimos que deshacernos, como interruptores de luz o calentadores, había muy poco. La casa estaba muy bien conservada. Y todas las ventanas eran enormes, así que... no teníamos un gran presupuesto, así que no teníamos mucho dinero para luces. Siempre he querido hacer una película sin luces. Y aunque usamos algunas luces, todas las escenas nocturnas se iluminan con velas. Y en las escenas de día, las ventanas eran tan grandes porque en el momento en que se construyó la casa no había luces eléctricas. Todo pasaba junto a las ventanas. Estábamos haciendo una película en un lugar que fue construido sin electricidad, y funcionó bien", explica Mucalhy.
'El legado' ofrece una historia completa sobre el abuso intrafamiliar y las relaciones de poder. Un abuso ejecutado por su tío, y que sufre no solo la protagonista, sino también sus primos y el servicio de la casa. Mucalhy nos explica que espera que estos temas lleguen al público, y que se vean atrapados por la espiral de agresión y control que la película plantea. "Supongo que en esta película hay diferentes personajes que se comportan de diferentes maneras. Creo que al público le gusta verse reflejado cuando ve una película, y también le gusta ver reflejados a personajes opuestos a ellos. Y si ves una película como ésta y ves a alguien como Maude, creo que siempre es interesante que se pregunten cómo reaccionarían, cómo se comportarían. ¿Pelearías? ¿Te resistirías? ¿De verdad huirías? Y cuando haces películas quieres que se queden con la gente y hagan que la gente piense".