"Cató mi vino rancio sin decirme nada": la historia del vino catalán que acaba de conseguir la máxima puntuación en EEUU
Adrià Domenech, dueño de la bodega L´ Antic Magatzem, visita 'La Ventana' para contarnos más sobre su bodega
"Cató mi vino rancio sin decirme nada": la historia del vino catalán que acaba de conseguir la máxima puntuación en Estados Unidos
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100 sobre 100. Esa es la puntuación que el crítico californiano de vino Miquel Hudin ha otorgado al Vi Ranci Ànima de Cal Pagès, un vino rancio elaborado a partir de los viñedos centenarios de la bodega L´Antic Magatzem, en el Priorat catalán. Esta es la primera vez que Hudin, crítico de referencia en Estados Unidos, concede la máxima puntuación a un vino español.
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La historia detrás de este vino está cargada de esfuerzo y pasión por un negocio familiar. Por ello, hemos invitado a asomarse a 'La Ventana' a Adrià Domenech, para conocer más de cerca la bodega donde se elabora: "En julio del año pasado, la bodega Celler Vall Llach me invitó para presentar mi nuevo proyecto. Allí había personalidades del mundo del vino y, entre ellos, Miquel Hudin. Él cató mi vino rancio sin decirme nada y, dos días después, me compró dos botellas". Unos días después, Adrià observó las valoraciones de los otros vinos y se encontró con la bonita sorpresa de que el suyo había obtenido los 100 puntos.
"Es un nuevo proyecto, pero tenemos que remontarnos a los orígenes de la familia para entender lo que es esto. L´Antic Magatzem son mis raíces, es identidad, familia, casa, pasión. Llevamos más de seis generaciones trabajando la tierra", explica Adrià. Él mismo ha querido reconocer que el Priorat en el que tiene sus viñedos se encuentra en condiciones mucho mejores que el que tenía su padre y su abuelo. Por ello, es consciente de que es "un privilegiado".
El cambio climático altera el proceso natural de la vendimia
Fue a finales de septiembre cuando la bodega terminó la vendimia, adelantándose por el cambio climático. "Mi padre siempre decía: 'el agosto para tintar, el septiembre para madurar y el octubre para vendimiar'. Este año nos hemos saltado mes y medio".
Este vino rancio del Cal Pagès esta más pensado para acompañar a un postre, "almendras, avellanas, tartas...". Además de venderse en dosis muy pequeñas, en botellas de 20 centilitros.
Los viñedos del Priorat no son terrenos fáciles, ya que se sitúan en bancales y fuertes desnivelaciones del terreno, a diferencia de otras zonas como la Ribera, cuyas viñas se extienden por kilómetros.
