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Se capta por primera vez la enorme explosión producida por el choque de dos planetas gigantes

Por suerte para los terrícolas, estos dos planetas gigantes estaban a 1.800 años luz de distancia, pero su colisión ha producido un resplandor de luz y polvo tan grande que ha podido ser visto por los telescopios situados en la Tierra, según informa la revista 'Nature'

La imagen muestra una visualización del enorme y brillante cuerpo planetario producido por una colisión planetaria. En primer plano, fragmentos de hielo y roca se alejan de la colisión y luego se cruzan entre la Tierra y la estrella anfitriona que se ve al fondo de la imagen. / Marcos Ajo

La imagen muestra una visualización del enorme y brillante cuerpo planetario producido por una colisión planetaria. En primer plano, fragmentos de hielo y roca se alejan de la colisión y luego se cruzan entre la Tierra y la estrella anfitriona que se ve al fondo de la imagen.

Madrid

Por primera vez se ha observado una enorme explosión producida por el choque de dos planetas gigantes. Estos dos exoplanetas estaban compuestos de hielo y, al chocar entre ellos, han generado una explosión tan enorme que la nube de polvo y calor que han generado ha llegado, incluso, a reducir el brillo de la estrella, a la que daban vueltas y que es similar a nuestro Sol.

Una explosión que, por suerte para los terrícolas, ha ocurrido a 1.800 años luz de distancia, pero su colisión ha producido un resplandor de luz y polvo tan grande que ha podido ser visto por los telescopios situados en la Tierra, según informa la revista Nature.

Además, el descubrimiento de esta primera explosión de dos planetas gigantes ha sido posible gracias al aviso realizado por un aficionado a la astrofísica que observó cambios raros en la curva de luz de esta estrella.

Tras ser advertidos de este hecho tan inusual, un equipo internacional de científicos, coordinados por la Universidad británica de Bristol y la holandesa de Leiden ,detectó que este sistema extrasolar duplicó su brillo en longitudes de onda infrarrojas unos tres años antes de que la estrella comenzara a desvanecerse en la luz visible.

Enorme sorpresa

El propio autor principal de esta investigación, Matthew Kenworthy, de la Universidad de Leiden, ha confesado que “para ser honesto, esta observación fue una completa sorpresa para mí. Un astrónomo señaló en las redes sociales que la estrella se iluminó en el infrarrojo más de mil días antes del desvanecimiento óptico. Entonces supe que se trataba de un hecho inusual”.

La red de astrónomos profesionales y aficionados estudió la estrella intensamente y monitorizó los cambios en el brillo de la estrella durante los dos años siguientes. La estrella recibió el nombre de “ASASSN-21qj” en honor a la red de telescopios que detectó por primera vez el desvanecimiento de la estrella en longitudes de onda visibles.

Los investigadores concluyen que la explicación más probable es que dos exoplanetas gigantes de hielo chocaron, produciendo el brillo infrarrojo detectado por la misión NEOWISE de la NASA, que utiliza un telescopio espacial para buscar asteroides y cometas.

De hecho, Simon Lock, investigador en Ciencias de la Tierra en la Universidad de Bristol, ha confirmado que "nuestros cálculos y modelos informáticos indican que la temperatura y el tamaño del material brillante, así como la cantidad de tiempo que ha durado el resplandor, es consistente con la colisión de dos exoplanetas gigantes de hielo”.

Impacto de la explosión

La nube de escombros en expansión resultante del impacto viajó frente a la estrella unos tres años después, provocando que la estrella redujera su brillo en longitudes de onda visibles.

Se espera que en los próximos años la nube de polvo comience a extenderse a lo largo de la órbita del remanente de la colisión, y se podría detectar una dispersión reveladora de luz de esta nube tanto con telescopios terrestres como con el telescopio más grande de la NASA en el espacio: el James Webb.

A partir de entonces, Zoe Leinhardt, profesora de Astrofísica en la Universidad de Bristol, avanza que “será fascinante observar nuevos desarrollos. En última instancia, la masa de material alrededor del remanente puede condensarse para formar un séquito de lunas que orbitarán alrededor de este nuevo planeta”.

Javier Gregori

Javier Gregori

Periodista especializado en ciencia y medio ambiente. Desde 1989 trabaja en los Servicios Informativos...

 
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