Gareth Edwards: "Culpar a la IA de sus efectos negativos es como culpar a un avión del 11-S"

Madrid

La Inteligencia Artificial es uno de los clichés más explotados del cine de ciencia ficción, junto a los coches voladores o los rayos láser. Robots que hacen de mayordomos, que crían a nuestros hijos, que hacen nuestro trabajo por nosotros cuando estamos enfermos. Lo que parecía una fantasía está empezando a coger carrerilla, y herramientas como ChatGPT, que aun no tiene un año de antigüedad, se han convertido en un recurso de uso diario para millones de personas. Los límites entre el humano y la máquina están empezando a ser difusos, levantado todo tipo de cuestiones sobre copyright o incluso sobre nuestra propia naturaleza, sobre si nuestra labor es realmente imprescindible. Como pasa con la mayor parte de los avances tecnológicos, el miedo a perder empleos sustituibles por robots comienza a ser cada vez más realista. En la actual huelga de guionistas de Hollywood el Sindicato de Guionistas de Estados Unidos ya incluyó entre sus demandas la protección contra el uso de la inteligencia artificial. Películas como '2001: Odisea en el Espacio' o 'Matrix' ya nos lo advirtieron: el terreno que cedemos a las maquinas es terreno que podemos estar perdiendo como humanos.

Sobre el futuro de la Inteligencia Artificial viene a advertirnos 'The Creator', una aventura basada en un futuro distópico donde robots inteligentes conviven con los humanos. Tras un incidente que detonó una bomba nuclear en Los Ángeles, el gobierno estadounidense, que culpa a la IA, la ha desterrado y perseguido en una guerra por todo el globo contra los peligros de la tecnología. Joshua, un exagente de las fuerzas especiales, es reclutado para dar caza al líder de la IA, un arquitecto conocido como el creador, y a su mayor arma: un androide con la forma de una niña pequeña. Una trama cargada de clásicos del género, y que su director, Gareth Edwards, nos explica que se encontró casi de casualidad. "No tenía una agenda sobre la IA, era, ya sabes, como la santa trinidad de la ciencia ficción. Las tres cosas serian extraterrestres, naves espaciales, robots. Y había hecho una película sobre extraterrestres, y había hecho una con naves espaciales, ya sabes, Star Wars. Y por eso tenia muchas ganas de hacer una sobre robots porque me encanta la ciencia ficción. Así que estaba buscando una idea para una película de robots. Y para empezar, utilizaba la IA solo como una metáfora de las personas que son diferentes a nosotros y de cómo siempre terminamos viéndolas como el enemigo y con ganas de erradicarlas. Así que era ese tipo de cuento de hadas lo que me atraía".

El director británico es un fanático de la ciencia ficción y ha dirigido versiones de clásicos del cine como 'Godzilla' (2014) o 'Rogue One: Una historia de Star Wars'. El spin-off de la saga de George Lucas, que se estrenó en 2016, es la última experiencia como director de Edwards, con la que ve claras diferencias con respecto a 'The Creator'. "Hay un pro y un contra, ¿verdad? Lo bueno es que, ya sabes, no tienes una base de fans integrada que critique y analice todo lo que haces. Así que tienes toda esta libertad. La desventaja es que no tienes una base de fans integrada. Y así que, cuando se estrene la película, tienes que, ya sabes, ser un vendedor y explicar la película a todo el mundo, cosa que no tienes cuando haces una película de Star Wars, todos vienen automáticamente al cine. Así que, ya sabes, ese es el intercambio".

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'The Creator' se rueda, mayoritariamente, en el sudeste asiático, que representa el último bastión de las máquinas en el mundo. Escondidos entre los arrozales y las chozas de los campesinos que les ofrecen refugio, se resisten a los ataques del gobierno estadounidense, en una clara alegoría a la guerra de Vietnam. Pero los escenarios también llegan hasta ciudades de estilo ciberpunk, en los suburbios de macro poblaciones asiáticas, con un estilo visual medido que proporciona una ambientación inigualable. "Vas a las playas de Tailandia o a los volcanes de Indonesia. Fuimos al Himalaya. Parece increíble. O sea, simplemente sujetas la cámara? No puedes sacar un mal plano. Y luego le agregas ciencia ficción a eso. Para mi, era como si fuera un niño en una tienda de caramelos. Era como Disneyland para la cinematografía. Y me encantaría atribuirme el mérito de todo eso. Pero, quiero decir, el sudeste asiático es una parte maravillosa del mundo".

Los avances en cuestión de IA sorprendieron a Gareth Edwards durante el rodaje, que comenzó a principios de 2022. "No podría haberlo predicho. Sabes, a medida que hacíamos la película, la IA se hizo cada vez más real". Todas las cuestiones derivadas del desarrollo de la tecnología se fueron haciendo más importantes a medida que la película avanzaba, explica. "Y son preguntas fascinantes, también en términos de la película, tipo, ¿están realmente vivos? Ya sabes, ¿Cómo lo sabrías? Si no te gusta lo que hacen, ¿puedes apagarlos? ¿Y qué pasa si no quieren que los apaguen? Y todas estas eran cosas que, cuando haces una película de ciencia ficción, me entusiasman mucho como problemas para nuestros personajes de la película. Y ahora es como, si abres cualquier página de inicio de un sitio web de noticias, está llena de las mismas preguntas, y se ha vuelto muy oportuno. Y fue una casualidad total, pero espero que sea buena para la película".

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La opinión de Edwards con respecto dilemas éticos del desarrollo de la IA es clara. El director británico cree que hay que seguir invirtiendo en la tecnología, y que los efectos perjudiciales se remontan siempre a la acción humana. "Con todas estas herramientas, todos estos avances asombrosos. Si nos fijamos en la bomba nuclear, la bomba nuclear no se lanzó sola en Hiroshima. La enviamos allí. Lo hicieron los humanos, al igual que todas esas cosas que nos preocupan a medida que avanza la tecnología. Todo lo que pasó con la tecnología que fue malo, una persona lo hizo, una persona usó mal esa herramienta. Así que creo que no podemos culpar a las herramientas como no se puede culpar el 11 de septiembre a un avión. La gente secuestra ese avión. Creo que, en última instancia, todos los problemas se deben a nosotros. Y por eso creo que lo que preocupa a todo el mundo es que la IA va a ser una herramienta tan poderosa que la gente mala podría hacer un mal uso de ella. Pero, ya sabes, es como los niños en clase, ¿castigas a todos los niños porque uno de ellos se portó mal? La IA tiene tantas posibilidades que creo que debemos correr el riesgo y tener cuidado de que se pueda hacer un mal uso de ella".

Edwards deja una última reflexión. "Si te dijera: "Vamos a tener inteligencia artificial en Estados Unidos, el problema es que matará a 14.000 personas todos los años, ¿te parece bien?" Todo el mundo diría "no, no puedes hacer eso, estaría mal". Pero ya lo tenemos. Son los coches. Los accidentes de coche matan a 14.000 personas todos los años en Estados Unidos, pero nadie está en contra de los coches porque las ventajas que aportan son altas. La IA tendrá unas ventajas asombrosas, pero ¿Cuál es el límite en el que decimos que algo está bien o mal?".