La Justicia tiene que ir adaptándose a los nuevos tiempos

De nuevo, ayer, apertura el año judicial, ceremonia solemne con la asistencia del rey Felipe VI, sin que se haya producido la renovación del Consejo General del Poder Judicial. Renovación paralizada desde hace cinco años, más de una legislatura, bloqueada por el PP, que llegó a tener con el PSOE una especie de preacuerdo, pero que el actual equipo directivo, con Feijóo a la cabeza, tumbó cuando algunas portadas de periódicos y voces internas en el partido le hicieron temblar las piernas.

Así que, otra vez, el bloqueo planeó sobre la apertura del año judicial, siendo evidente el malestar de la judicatura, que, por otra parte, demuestra cómo la Justicia tiene que ir adaptándose a los nuevos tiempos, porque estos nuevos tiempos traen nuevos delitos y nuevos problemas, el aumento y banalización de la violencia por parte de los menores, el aumento de la violencia machista o la pederastia en la Iglesia, sobre la que la fiscalía apunta ya a una investigación en la cúpula si se comprueba que ha habido encubrimiento por su parte.

Y eso por no hablar de los problemas políticos con una ley de amnistía en el centro del debate, político, por supuesto, pero también y, sobre todo, jurídico, de hecho ayer mismo en ese acto solemne ya se advirtió de lo complicado que pueden poner los jueces una hipotética aplicación de la ley.

Como ven, trabajo no le falta a la Justicia, cuestionada a menudo por esos finos hilos que le unen con la política, que en más de una ocasión se tensan en exceso y llegan a romperse diluyendo la necesaria separación e imprescindible de poderes, con lo que el retraso en la renovación de su cúpula no es ni mucho menos pertinente. El PP se ha resistido durante toda una legislatura, a la espera de un posible cambio de ciclo político. Ahora que su investidura puede ser fallida, ¿y si Pedro Sánchez consigue la suya, qué van a hacer los populares con el poder judicial? ¿Asistiremos el año que viene, de nuevo, a la apertura de un nuevo año judicial en la misma situación? ¿Puede resistirlo la justicia española? ¿Puede resistirlo la democracia?